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10 buenas prácticas para gestionar un plan de responsabilidad ambiental para Pymes

10 buenas prácticas para gestionar un plan de responsabilidad ambiental para Pymes

Kimberly-Clark, la compañía líder mundial en el desarrollo de productos descartables para la salud, la higiene y el cuidado personal, en asociación con el Instituto Argentino de Responsabilidad Social, IARSE, presentan 10 buenas prácticas para desarrollar y gestionar un plan ambiental en pequeñas y medianas empresas. La información es parte del programa de capacitación “Integrity Project”, que fortalece e impulsa a los proveedores a desarrollar una gestión orientada a la Sustentabilidad.

Entre las prácticas aconsejadas en materia de medio ambiente en la Guía de Sustentabilidad desarrollada por Kimberly-Clark junto a IARSE, se encuentran:

1. Audite regularmente el desempeño social y ambiental de la empresa
Obtenga una dimensión real de los impactos de su empresa midiéndolo a nivel social y ambiental. Calcule sus consumos de agua, electricidad, combustibles, lubricantes, papel, envases descartables, plásticos, packaging, materias primas de origen no renovable y renovable, emisión de residuos y desechos, etc. Sólo conociendo esos impactos la empresa se podrá plantear reducciones, cambios, mejoras, etc.

2. Comprométase íntegramente con la legislación vigente, pero siempre que sea posible, vaya más allá de lo que la misma establece.
Establezca compromisos y modelos ambientales para su empresa que incluyan metas formales. Tales compromisos deberán determinar las intenciones en todo lo que se refiere al medio ambiente: en el proyecto, en la producción y en la distribución de sus productos y servicios. Estructure su negocio de manera de incluir criterios de sustentabilidad que abarquen desde las instalaciones hasta el diseño de los procesos, y el uso racional y bien planeado de los recursos naturales. Comprométase íntegramente con la legislación vigente, pero siempre que sea posible, vaya más allá de lo que la misma establece.

3. Recicle y reutilice en la medida de lo posible
Residuo representa todo aquello que no se puede utilizar o vender, y por lo cual se deberá pagar para buscarle una alternativa. Transmita ese concepto a sus empleados, colaboradores y proveedores. Pídales sugerencias para la disminución del residuo mediante las 4 “R”: Reducción, Reutilización, Recuperación y Reciclaje de materiales.

4. Use productos de limpieza no tóxicos y otorgue preferencia a los orgánicos
Hay una gran variedad de productos de limpieza en el mercado que son considerados menos perjudiciales al medio ambiente y a la salud. Verifique con la compañía de servicios de limpieza o con su proveedor de insumos, las especificaciones de los productos que están siendo utilizados en su empresa y compárelas con los atributos y componentes de opciones alternativas que el mercado de productos sustentables y amigables con el ambiente ya ofrece. Infórmese también sobre criterios y forma de descarte, seguridad de procesos y almacenamiento, PH, inflamabilidad, índice de abrasión y otros factores de riesgo.

5. Utilice iluminación inteligente, priorizando siempre la luz natural
Hay muchos productos alternativos en el mercado que proporcionan mejor iluminación y significativa economía en el consumo de energía eléctrica. Algunos ejemplos: censores de ocupación para locales frecuentemente desocupados, reflecto- res eficientes, instalaciones con modelos fluorescentes y lámparas fluorescentes compactas o del tipo LED. Reemplace para evitar el uso de sistemas incandescentes que además son más inseguros y generan más calor. La mayor parte de esos productos tiene precios compensadores, en función de la mayor durabilidad.

6. Brinde la posibilidad de trabajo a distancia cuando sea posible
Cuando sea posible y conveniente, permita que los empleados trabajen en sus casas. Utilice correo electrónico, líneas extras de teléfono y otras tecnologías de bajo costo para que ellos se comuniquen desde su casa con la oficina. Entre otros beneficios, esa medida contribuye a reducir la emisión de gases contaminantes y la congestión del tránsito por el uso de medios de transporte.

7. Diagrame y controle el uso racional de sus vehículos y los de sus proveedores
Existen múltiples recursos para organizar, controlar y racionalizar el movimiento de vehículos de una flota de empresa. Muchos de ellos permiten lograr no sólo una sensible reducción de costos operativos, sino que a la para la empresa cuida de su gente y de la comunidad, disminuye su impacto ambiental, aumenta la duración de los bienes, evita congestionamientos de tránsito, vigila y protege el contenido de las cargas, etc. En algunos casos, es posible involucrar a vehículos de sus proveedores es esto sistemas, asegurando un menor impacto económico, social y ambiental, con notable reducción de riesgos.

8. Realice un sistema de reciclaje de los recursos en desuso
Trabaje con sus clientes de forma que le retornen envases, productos usados y/o viejos provistos por su empresa y/o por otras; más allá del material empleado en el envase o envoltorio del producto, analice cualquier otro que pueda ser reutilizado o reciclado por su empresa o por alguno de sus proveedores. Al proyectar nuevos productos o nuevos envases, si es posible, integre a ellos el concepto de reducción, reutilización, recuperación y reciclaje.

9. Evite comprar y/o utilizar productos que generen residuos
Al realizar compras de su empresa, busque productos que sean más durables, de mejor calidad, reciclables o que puedan ser reutilizados o recuperados. Evite productos descartables como vasos de papel, telgopor o plástico; botellas o garrafas de PET no retornables, etc.

10. Motive a los empleados a cuidar y preservar la naturaleza y todo tipo de recursos
Incentive a los colaboradores para que busquen maneras alternativas de evitar desperdicios y practicas contaminantes. Estudie la posibilidad de premiarlos realizando, por ejemplo, donaciones en sus nombres para una institución de caridad. Nombre periódicamente un “campeón verde”, que demuestre el compromiso de su empresa con el medio ambiente.