Aunque la imagen está menos difundida, los hombres sufren también en materia financiera tras el divorcio. Estudios demuestran que los hombres separados pierden entre el 10% y el 40% de su nivel de vida tras un divorcio y sus ingresos caen en promedio un 25 por ciento. ¿Qué hay que aprender de la dura lección?
+ La primera enseñanza que debe tener un recién separado es que la construcción que hace en pareja es de a dos, puertas adentro y puertas afuera de la casa. El que considere propio el emprendimiento puerto en marcha o los bienes materiales adquiridos, sólo porque fue el principal proveedor de la casa debe entender que está equivocado. De otra manera, sólo se sentirá estafado y empobrecido cuando deba pasar por una división de bienes.
+ Los hombres deben adoptar como hábito el hablar de dinero con sus parejas, no sólo mantenerlas al tanto de las decisiones que se toman, si no impulsarlas a tener vos y voto en ese proceso. No es fácil, porque compartir una decisión con la pareja obligará a negociar a los hombres, pero será un camino más saludable y responsable. Para que una mujer no dependa de un hombre cuando se rompe una pareja, no debe haber dependido de él antes de eso.
+ Los hombres que tienen un negocio, un emprendimiento o una gran empresa y son el motor principal de esa compañía, deben tener en su agenda construir un fondo pensado para una emergencia o ir pagando un seguro de capitalización. Esos recursos permitirán ir formando una reserva para compensar a quien queda fuera del negocio cuando llega el momento de dividir los bienes en común y el fundador se quedará con el control que tanto valora.
ESTE ES UN ESTRACTO DEL LIBRO «LAS BILLETERAS SON DE MARTE, LAS CARTERAS SON DE VÉNUS», DE EDITORIAL PLANETA.