Reuniones con todos los grupos de amigos y conocidos que tenemos en el planeta, comidas especiales, viajes a encuentros con la familia a kilómetros de casa y regalos para ayudar a Papá Noel en su tarea pueden dejarnos en bancarrota cada año. Una serie de consejos financieros te ayudarán a surfear estas fiestas y no llegar a enero endeudada y entendiendo que el aguinaldo no se estira hasta el infinito
- Planificar. Los gastos de las fiestas de fin de año son extraordinarios y por eso mismo hay que identificarlos. Tener una lista de todos los compromisos que hay que asumir, para contrastarla con el presupuesto que tenemos para gastar y en función de eso establecer cuánto podés destinar para cada cosa. Además de hacer ese ejercicio, hay que respetarlo. La mejor manera, para mi, es salir con la lista armada desde casa con todo lo que necesitás, donde lo vas a comprar y qué vas a pagar con efectivo y qué con tarjeta.
- Revisá los descuentos antes de pisar la calle. Hacé una revisión de las promociones que ofrecen las tarjetas de crédito que tenés en tu billetera para saber qué descuentos tiene cada una. Considerá que hay varios clubes de fidelidad (Club La Nación es el más extendido) que ofrecen beneficios y supermercados que tienen días de descuento con todos los medios de pago. Podés aprovechar esos lugares para pagar en efectivo y no hacer desbordar tu tarjeta de cuotas y cuotitas que cuando llegue el resumen de cuenta sumarán una lista impagable.
- Qué descuento me conviene. Cuando salimos a la calle con la lista y empezamos el raid, el desafío de identificar si es mejor 3×2, 2×1 o 25% de descuento no es fácil de superar. Entonces identificá cuál te conviene primero. Para ayudarte: 3×2 o 6×4 equivalen a 33% de descuento; 2×1 es 50% de descuento; si el descuento es de un porcentaje fijo y se puede aplicar con todos los medios de pago, lo ideal es hacerlo con tarjeta de débito, porque vas sumarle el recupero del 5% de reintegro del IVA.
- Presupuesto para eventos. Si pensás en los regalos y no vas a tener en cuenta lo que gastarás en las comidas, viajes y salidas de Navidad y Año Nuevo a tu presupuesto le faltará un capítulo importante que puede ponerte en rojo. O lo que es peor, llevarte a asumir deudas que no eran necesarias ni son estratégicas.
- Cuotas si y cuotas no. Con la inflación, comprar en cuotas tiene el incentivo de que le ganás al aumento de precios. Pero pagar el monto mínimo te hará perder más que la inflación ya que la tasa de interés que te cobran por ese financiamiento es mayor aún que la tasa a la que suben los precios. Las cuotas, sumadas en su totalidad, deben resultar en un monto mensual que puedas afrontar en un 100%. Si no el negocio será para el banco y no para vos.
- Más allá del shopping. Las promos te llevan a los grandes centros de compra que son una tentación a consumir de más. Antes de tomar camino a un mall, permitite recorrer tu barrio, ver vidrieras y comparar precios. Muchas veces los locales comerciales pequeños tienen descuento por pago en efectivo y mejores precios porque no asumen gastos de publicidad y marketing que muchas veces son los principales responsables de los precios inalcanzables.
- Si somos muchos. El amigo invisible, con sorteo previo, es una gran opción para los grupos numerosos. Todos compran un presente, para el que el presupuesto será más holgado que si tienen que comprar 18, y todos reciben algo lindo. Sin necesidad de entrar en bancarrota.
- Ojo con las cantidades. Es cierto, 3×2 es mejor oferta que un 30% de descuento, pero si vas a comprar 3 de algo que necesitás 1, estarás malgastando dinero en compras de cosas que no necesitabas.
- Compras estratégicas. Si hay gastos que sabés que vas a tener que asumir en los próximos meses puede ser el momento de hacerlos. A todos nos gustan los regalos divinos que nos halagan, pero es importante que no nos dejen sin fondos para lo que necesitamos. La mochila para el que empieza primer grado, el traje de baño para el que le hace falta reponer este verano antes de las vacaciones, etc. En lugar de un gasto en un presente estarás adelantando consumo que ibas a efectuar igual en los próximos meses y no estarás comprometiendo tu presupuesto.
- Todo vale. Uno de mis favoritos con los chicos, pero que también se puede aplicar con los grandes es regalar vales por programas o salidas que le gusten al agasajado. Muchas veces no insumen dinero, como el vale por un picnic en el parque, pero demandarán que comprometas tu tiempo y dedicación que es lo más valioso que tenés para darle a los que más querés.
ROXYKILLNER
@marceloelbaum me encanta leerte!