A las 13 horas se sabrá si se logró la adhesión del 75% de los acreedores del bono BP21 para postergar hasta mayo el pago del capital.
La provincia de Buenos Aires podría caer hoy en default si sus acreedores rechazan postergar hasta mayo el pago de un vencimiento de bonos por US$ 250 millones.
Con escasas posibilidades, el gobierno bonaerense espera que el 75% de los acreedores acepte la postergación del pago, improbable teniendo en cuenta que hasta hacer tres días el nivel de aceptación era de apenas 26%.
El gobierno de Axel Kicillof dijo mantener un diálogo permanente con los acreedores, a quienes buscó seducir adelantando el pago de intereses de ese título.
En lo formal, el pago del bono vencerá el 5 de febrero próximo, que es la fecha límite para abonar.
La gran dispersión de los tenedores del título BP21 juega en contra de las pretensiones del gobierno bonaerense, ya que a muchos tenedores del título ni siquiera se los tiene identificados.
Por eso, en el mercado sostienen que será muy difícil que la administración de Axel Kicillof arribe a un acuerdo.
Si la provincia de Buenos Aires entra en cesación de pagos generará un ruido extra a la negociación iniciada por el gobierno con el FMI, pero sobre todo a la que se pretende acordar con bonistas que tienen unos US$ 100.000 millones en su poder.
Kicillof culpó al gobierno de María Eugenia Vidal por la probable cesación de pagos.
Explicó que si bien el BP21 fue emitido durante el gobierno de Daniel Scioli en 2011, Vidal endeudó de tal forma a la provincia que complicó el pago de este vencimiento.
Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de Vidal, asegura que la provincia tiene fondos para afrontar el pago.
El mercado descuenta que habrá default, y por eso los precios del bono representan del 35% del original, y en caída.
Un estudio que circula en el sistema financiero indica que la probabilidad implícita en el BP21 de que haya default en unos días es de 70%, frente al 20% que existía a principios de este mes, cuando el bono operaba en USD 70 (antes de la oferta de reperfilamiento por parte de la Provincia).
Este informe indica que seguramente los fondos de inversión que litigaron contra la Argentina hasta 2016 preferirán volver a los tribunales antes de aceptar un acuerdo de resultado incierto.
La duda en el mercado es hasta qué punto un default bonaerense complicará la renegociación de la deuda nacional.
El problema para Kicillof es que si se confirma el default los tenedores de otros títulos de la provincia podrían pedir la aceleración de los pagos, siempre y cuando reúnan un alto porcentaje de adhesiones.