En días de crisis financiera mundial, los que dan todos los pasos sobre seguro, son los que ganan, aunque no alardeen de eso.
Las conversaciones sobre dinero, ahorro e inversión en los círculos sociales están en general teñidas por los ganadores. Los que cuentan como apostaron de manera osada y ganaron mucho, mientras que los conservadores, miran en silencio.
Pocos cuentan las batallas perdidas. Pero en días como estos, los que dan todos los pasos sobre seguro, son los que ganan, aunque no alardeen de eso.
Los inversores, emprendedores y ahorristas conservadores, tienen tiempo para pensar en momentos como estos, en los que la bolsa se desploma, la actividad económica se frena en forma abrupta y el empleo puede sufrir las consecuencias. Inversores financieros, empleadores y empleados, todos expuestos, cada uno en su nivel, al mismo impacto del “cisne negro” que resultó ser el coronavirus.
Las máximas de una persona conservadora con sus finanzas, para que todos las tengamos en cuenta:
-Tener siempre un fondo de emergencia, idealmente que equivale a 3 meses de los gastos básicos de la casa o de la empresa. Y si eres emprendedor, de las dos cosas. Ese fondo es el que te da margen de maniobra en momentos en los que los pagos se demoren o las comisiones se achiquen, para no tener que tomar decisiones extremas y poder ajustarnos al nuevo escenario.
-Estar diversificado. Si tu negocio está vinculado a los alimentos, tu plata tiene que estar invertida en una actividad completamente distinta a esa. Porque si no, si tu negocio está en el rubro más afectado, tus inversiones también lo estarán y no te queda de dónde agarrarte para sobrevivir.
-Invertir una porción baja de tu dinero en activos riesgosos. Las promesas de rendimientos muy altos son siempre tentadoras, a más riesgosa una inversión, mayor el rendimiento. Por eso en este contexto hay que recordar un consejo que les he escuchado cientos de veces a los expertos en finanzas Claudio Zuchovicki y Augusto Darget: 20% del patrimonio en inversiones riesgosas, 80% invertido de manera conservadora. Así, si todo sale bien, ese 20% nos dará grandes satisfacciones. Pero si todo sale mal, el 80% restante será lo que menos pérdida de valor tenga en un contexto en el que todo se derrumba.
En estos días, los conservadores con la plata, pueden sacar pecho en el asado y en el grupo de whatsapp.
Por: Cecilia Boufflet
