En febrero la baja fue del 13,2 por ciento interanual en todo el país. En el interior, el consumo durante el primer bimestre fue 8,2 por ciento menor al mismo período del año pasado.
En febrero, los supermercados facturaron 24,7 por ciento más que en el mismo mes del año pasado, pero medido en volumen las ventas bajaron 13,2 por ciento.
Esto se explica porque los precios aumentaron 42,7 por ciento, pero en el marco de un descenso en la cantidad de ticket de 27,1 por ciento en las comparaciones interanuales.
De esta manera, se cumplen nueve meses consecutivos de reducción en las cantidades vendidas, ya que los resultados en baja comenzaron en junio de 2020.
El dato lo proporcionaron la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (Fasa), a partir de un relevamiento en 650 puntos de venta hecho por Scanntech.
Según el estudio, los mayores descensos se registraron en alimentos (13,7 por ciento) y bebidas (13,9 por ciento), mientras que hubo menores caídas en limpieza (6,1 por ciento) y cuidado personal (5,4 por ciento).
En el primer bimestre del año, el consumo bajó 8,1 por ciento en el país y 8,2 por ciento en el interior comparado con el período enero-febrero del año pasado.
La baja se notó más en las superficies más chicas, ya que en supermercados descendió cuatro por ciento, en autoservicios 11,4 y en kioscos y almacenes 17,2 por ciento.
También es importante la diferencia según el nivel socioeconómico, porque los retrocesos fueron de 1,1 por ciento en el nivel socioeconómico alto, 11,6 por ciento en el nivel medio y 18,5 por ciento en el más bajo.
El sector supermercadista espera que continúen las tensiones en los precios y en los costos, como también los problemas en los acuerdos de precios, por lo menos hasta mediados de mayo.