En las últimas semanas, el equipo económico del gobierno recibió diferentes propuestas de financiamiento por parte de bancos internacionales. La idea es conformar un REPO de US$3.000 millones, que solo serían tomados si cumplen las dos condiciones que tiene Luis ‘Toto’ Caputo, plazos mayores a un año y tasas de interés menores al 10%, según adelantó Cecilia Boufflet.
Ante la falta de reservas para continuar con el plan monetario del Gobierno, el titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo busca financiamiento por parte de entidades que no sean multilaterales como el FMI. Sin embargo, tiene dos condiciones; «que el crédito sea a más de un año de plazo, y que la tasa de interés sea de un dígito», según fuentes de Wall Street que citó Cecilia Boufflet.
Las mismas fuentes del sistema financiero internacional entienden que el Gobierno sólo tomaría los fondos si no puede contener la brecha en el corto plazo o para acelerar la salida del cepo. La idea de utilizar el oro como respaldo para tomar financiamiento internacional, estaría suspendida por el momento.
De fondo, todas estas alternativas están sobre la mesa por una razón central, la posibilidad de un acuerdo con el FMI se alejó después de la tensión que se generó con la revisión de las metas del primer trimestre. Caputo esperaba tener en marcha para esta altura la negociación de un nuevo acuerdo con el organismo que hubiera podido ponerse en marcha en septiembre próximo. Pero esa negociación aún no se puso en marcha y el equipo económico activó la estrategia de absorción de pesos como respuesta a la dificultad para acumular dólares sin el aval del FMI.
«Si no nos van a dar nada a cambio, por qué le tendríamos que hacer caso a su receta», dijo una fuente del BCRA según Boufflet.
Esta semana el exsecretario de Política Económica, Joaquín Cottani, uno de los macroeconomistas del equipo del ministerio liderado por Luis Caputo, escribió una columna de opinión con una fuerte critica al camino elegido por el Gobierno en materia monetaria. Según describió el ex funcionario, la «dolarización endógena» aparece como el nuevo rumbo tomado por el Ejecutivo luego de no poder llevar a cabo sus primeras opciones como la «dolarización total» y posteriormente la «competencia de monedas».
Cottani, quien llegó al ministerio de Economía como el hombre de la macroeconomía en un mundo de economistas financieros, renunció a su cargo meses atrás en medio de las diferentes complicaciones que fueron surfeando desde el Palacio de Hacienda, es por esto que dicha salida pasó desapercibida. Si bien había mencionado motivos personales en su salida, en las ultimas horas, irrumpió en la escena pública con una fuerte crítica al rumbo tomado por Luis Caputo.
«Tras haber hecho campaña prometiendo la dolarización total de la economía, Javier Milei migró temporalmente hacia la “competencia de monedas” como el nuevo paradigma monetario a adoptar, para inmediatamente después descartar de plano esta idea en favor de lo que él y el ministro Luis Caputo ahora llaman “dolarización endógena”, comienza el articulo publicado en el diario La Nación.
En palabras de la periodista Cecilia Boufflet, «el argumento de la dolarización era cambiar todos los pesos por los dólares en el Banco Central«, de allí se hacia una cuenta de cuantos dólares hay entre los pesos y eso fijaba el valor de la moneda nacional.
A diferencia del plan inicial de una dolarización total, y por la falta de reservas, apareció la variante de la dolarización endógena. Esto significa que el Banco Central deja de emitir pesos, «hay menos pesos, hay superávit fiscal, los sacas del sistema y lo único que entran son dólares«, explicó Boufflet. En este panorama y con pocos pesos en circulación, el uso del dólar aparece como una opción para pagar productos o servicios.
Argentina lo que busca con una eventual garantía del oro es un préstamo del exterior por fuera de mecanismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, sino de un banco internacional. Sin embargo, el país tiene pendiente una sentencia firme con el caso de YPF que se tiene que pagar. El fondo Bouford esta en condiciones de embargar a la Argentina si encuentra un activo. Es difícil embargar pero el fondo tiene un bouffet de abogados para hacerse de ese activo o trabarlo y obligar al país a negociar.