Cabe destacar que ante esta problemática, una de las soluciones por parte de Caputo, tiene que ver con la búsqueda de un REPO a mas de un año y con una tasa de interés menor a los dos dígitos según adelantó la periodista Cecilia Boufflet. Cabe destacar que también el presidente tiene la presión de algunos sectores como el campo para salir del Cepo, algo que se dificulta con las reservas en caída.
«Hacia adelante, su performance debería empeorar, dado que la estacionalidad de las importaciones y exportaciones continuará jugando en contra de la acumulación de reservas. Cabe recordar que, en años con cepo, suele vender reservas en el tercer trimestre. Al haber flexibilizado el acceso al mercado oficial para más de 60% de las importaciones, se agregó mayor presión entre septiembre y noviembre, cuando habrá un flujo de más de 100% de las importaciones accediendo (se solapan cuotas del esquema anterior con el nuevo)», analizó PPI.
Y agrega que «en un contexto en el que ya no hay flujo excedente para que el BCRA compre, sus ventas serían cada vez mayores si la oferta no aumenta en línea con la demanda». Indican que la pregunta del millón es por qué el BCRA vuelve más desfavorable para sí mismo la dinámica del mercado oficial. Y responden que, si bien flexibilizar el acceso de los importadores es una medida apoyada por el FMI, implicaría un riesgo para las reservas netas. «¿Habrá un as bajo la manga que no lo deje en tan incómoda posición?», concluyó PPI en su informe de perspectivas.
1. Demanda privada: el BCRA pasó a una posición de vendedor neto de reservas. Según PPI, la mala racha del BCRA se explicaría por una demanda privada en niveles récord de la era Milei, que alcanzó, en promedio, u$s293 millones diarios en las últimas tres ruedas. El acceso de corporativos y provincias para el pago de intereses y capital de sus bonos por u$s153 millones entre miércoles y viernes estarían detrás de las ventas oficiales por más de u$s130 millones.
3. La intervención al CCL: según los cálculos de PPI, se destinaron entre u$s253 millones y u$s261 millones para mantener el CCL a raya en las últimas diez ruedas y se logró comprimir la brecha del 53,7% a 41,3% en este período.