Se estima que ingresarian en el sistema cerca de 230 millones de unidades de billetes.
Esta decisión del Gobierno se da en un momento clave, dado que, ya llegaron al país los primeros billetes azules de $20.000 impresos por China; mientras que, la Casa de Moneda todavía imprime los de $1.000 y se encuentra demorada con la entregas de los papeles de menor denominación que había acordado con la gestión anterior.
Es decir, mientras la empresa pública, industrial y comercial, dependiente del Ministerio de Economía, que funciona desde 1875, no cumplió a tiempo con las entregas pautadas, desde la tercera semana de octubre entrarían en circulación una partida de 230 millones de unidades de billetes de $20.000
Incluso, los bancos se encuentran abarrotados de billetes de $1.000, que por la avanzada de la inflación, representan poco valor real en mano, y las entidades prefieren llenar sus cajeros con papeles de mayor denominación.
Así lo consignó Infobae, que además, reveló que «muchos bancos optaron por alquilar depósitos cerrados, llamados “sarcófagos” en la jerga de los tesoreros, para atesorar billetes de $1.000 en exceso».