Hoy el arte es elegido como una forma accesible de inversión. En el último semestre, cada vez son más las personas que deciden ingresar al mercado del arte para resguardar el capital ya que se trata de un mercado al que se puede ingresar en pesos, pero preservar el valor en dólares. El abanico de oportunidades abarca a todo tipo de billeteras, los precios parten desde los 5000 pesos en adelante.
Comprar una obra no es adquirir un objeto de decoración, es invertir. Además de traer aparejado el placer y el prestigio al comprador, es una decisión de consumo que ofrece un “plus” porque su cotización inevitablemente, tiende a subir.
En estos tiempos donde la compra de dólares es compleja, el arte se ha transformado en un método para ahorrar. Los primeros que tomaron partido en el negocio fueron los que conocen del tema, pero lentamente se abrió el abánico al público masivo con la entrada de un mayor número de artistas y la opción de comprar obras por montos “accesibles”.
La pesificación hizo que los precios disminuyeran en dólares y la compra de obras resulta una apuesta a futuro en una moneda dura, ya que el valor de las piezas está vinculado a un mercado global.
Según los datos brindados por la Asociación Argentina de Galerías de Arte (AAGA) la venta de obras aumentó un 30 % en el 2012: pasando de 12.000 piezas en 2010 a 16.000 el año pasado.
Estamos viviendo un momento atípico. Según los registros de AAGA, en este primer semestre la situación cambiaria impulsó al arte a convertirse en una buena opción para el resguardo del valor de la moneda. “El mayor volumen de venta se está dando en aquellas obras que se encuentran por debajo de los 50.000 pesos. Se puede afirmar que es un buen momento para comprar arte contemporáneo», explicó Solange Guez, dueña de la Galería Guez, miembro de AAGA.
En este sentido, Amparo Díscoli, experta en arte aseguró que “con la pesificación, las obras se volvieron mucho más accesibles para los argentinos”, y completó el panorama destacando que «durante 2012 se han registrado ventas records «.
Las opciones son para casi todos los bolsillos. Los precios oscilan entre los 5.000 y los 50.000 pesos. Especialistas aseguran que el objetivo no es “decorar paredes” y que “la compra requiere de alguna actividad intelectual, ya que adquirir obras de arte no puede hacerse prescindiendo del gusto del interesado”.
Consejos para no equivocarse al invertir:
1.- Consultar libros, visitar museos y ferias y dejarse asesorar por alguna galería de arte si no sabemos nada de la materia.
2.- Si no se trata de un artista consagrado, clásico, hay que prestar atención a que el artista sea alguien que está enfocado en la obra, la legitima todos los años participando en concursos, exhibiendo en museos y galerías de renombre.
3.- Hay que valorar el gusto personal a la hora de elegir, porque la primera función de la obra es convivir con sus compradores. Venderla o no ser{a una decisión futura.
4.- La inversión en una obra de arte se suma al patrimonio, lo que incluirá a la hora de pagar Bienes Personales. Sin embargo, como el precio de la obra se incluirá por el precio de compra, en pesos, con el ajuste de los montos para pagar el impuesto en el tiempo debería licuarse el valor de la obra. Al momento de la venta, impactará en Ganancias.