Según Darío Mermelstein, Presidente de Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA), “si bien la compra online al exterior puede permitir conseguir productos que no se comercializan en nuestro país, la experiencia de compra sigue siendo una prioridad y aún existen algunos factores que se deben tener en cuenta a la hora de comprar online en plataformas de otros países”.
AADEJA comparte algunas reflexiones para tener en cuenta:
Imágenes engañosas: lo que muestran las fotos de los productos no siempre lo representan fielmente. Las dimensiones de los mismos pueden diferir y y las imágenes retocadas digitalmente dan un aspecto publicitario que difícilmente sea similar al producto final.
Demoras en las entregas: generalmente los pedidos tardan varias semanas en llegar a destino. Y si el comprador vive en el interior del país, esta espera suele incrementarse.
Limitaciones en las entregas: según la actual regulación, el comprador aún debe presentar una declaración a través de la web de la AFIP, dejar constancia de su compra y pagar el impuesto indicado si aplicara. Además, con respecto al peso, si se trata de un producto que se envía por el correo oficial y pesa más de 2 kg el comprador debe retirarlo personalmente en la Aduana y hacer el trámite correspondiente.
La “vivencia”: la compra presencial es distinta a todas, genera experiencia que tiene que ver con las sensaciones y emociones que transmite el juguete en el momento de la compra, inclusive un niño en una juguetería puede tomar el producto directamente y esa posibilidad internet no la brinda.
Precios no siempre convenientes: según lo que se cobre por los envíos, sumado a los impuestos, se llegará al precio final. A nivel local, con las promociones bancarias vigentes y la continuidad del Plan Ahora 12, las jugueterías locales terminan ofreciendo precios muy similares a los de Amazon y EBay, con la ventaja de poder cambiar el producto si no era el esperado.
