Las tarjetas de crédito son un gran instrumento financiero y tienen muchas ventajas. Están bárbaras para aprovechar los descuentos que se han instalado para quedarse en la Argentina y las cuotas in interés, impensables en una economía con más de 20% de inflación.
Sin embargo hay que tener en claro que no pagar el saldo total del resumen de cuenta puede ser mucho más costoso de lo que uno piensa.
Me puse a sacar la cuenta para que tengas dimensión de lo peligroso que es el asunto. Y si dejaras un saldo de 1.000 pesos en tu tarjeta de crédito y fueras pagando sólo el monto mínimo (estimado en un 5%), a los cuatro años habrias pagado sólo el 50% de la deuda. Es decir, aún deberías 500 pesos.
Pero lo peor de todo es que habrías pagado en esos cuatro años 1600 (si, UN MIL SEISCIENTOS) pesos en intereses.
Ahora que desde octubre los saldos en dólares se van a pesificar y les va a correr la tasa de interés en pesos, que es de entre el 40 y 45%, ojo con las compras que no se pueden pagar a fin de mes.
La tarjeta es para financiar una emergencia o las compras que se pueden cancelar a fin de mes. Pero no para reemplazar costos que es más eficiente financiar con un crédito personal (si no se consigue hacerlo con ahorros) o con las mismas cuotas sin interés de la tarjeta de crédito.
Con una tasa de interés de entre el 40 y el 45% dejar el saldo impago de la tarjeta es un pésimo negocio.
Hay que pensarlo bien antes de sacar el plástico de la billetera.
@ceciliaboufflet