Muchos usuarios residenciales ansían reducir sus gastos en electricidad. Pero el costo de los equipos que deben instalarse en las casas para que sea posible, es alto.
En épocas de aumentos tarifarios, poder generar energía propia a través de fuentes renovables es tentador para muchos consumidores y más aún, si esa energía puede volcarse a la red de distribución. En el Congreso de la Nación, se está avanzando en un proyecto al respecto que lleva el nombre de «Generación Distribuida». La medida prevé que accedan al sistema los usuarios, cooperativas o pymes del mercado de la electricidad con demandas de potencia menores a 300 kilovatios.
La Cámara de Diputados ya aprobó la iniciativa para que los usuarios residenciales puedan generar su propia energía e inyectarla a la red. Una vez aprobada en Senadores y reglamentada, se espera que surjan en todo el país esos nuevos «hogares prosumidores». Es decir, consumidores pero también productores de energía que compartirán.
El inconveniente llega a la hora de instalar en una casa un equipo que permita sumarse a este sistema. El costo estimado por empresas del sector es de más de u$s 8000, lo que incluye: paneles solares e inversores, y su colocación. El recupero de la inversión se calcula en no menos de 6 años.
En ese sentido, los sectores empresarios coinciden que para que el sistema sea un éxito es necesario generar líneas de financiamiento específico con tasas más bajas que las actuales.
Maximiliano Miodowski, gerente de tecnología de Exo, comentó que un equipo para un hogar ronda los u$s 10.000 y dura hasta 30 años sin necesidad de mantenimiento. «Ese costo es la tercera parte de lo que ese hogar pagaría la energía en ese tiempo, por lo que si bien el costo inicial es alto, el retorno de la inversión es conveniente», explicó.
Roberto González, titular de Electrosistemas de Energía, calculó que para un hogar de 70 m2 que consume unos 3 kw/hora, la instalación de un equipo con unos 12 paneles necesarios para abastecerlo está en alrededor de $ 150.000.
Sin los detalles de cómo se regulará la bidereccionalidad de la energía (si se compensan los saldos de producción y consumo o hay tarifas diferenciales para los productores), González reconoció que el costo es alto, pero con el impulso del Estado para generar mejor financiamiento podría mejorarse.