María José Sanz y Carola Nogués son amigas, mamás de niños pequeños y las dos trabajan. Hace algunos años tuvieron una idea para armar un negocio personal tomaron envión y lo hicieron. Hace un año y medio que, con un éxito que las desbordó un poco, llevan adelante PintArte, un emprendimiento basado en juguetes para chicos.
El negocio consiste en vender cajas con una remera y pinturas para tela para que sean los propios chicos los que puedan estamparlas. Se lavan y se vuelven a pintar. La idea resultó muy atractiva y de las 500 cajas que vendieron cuando empezaron entre las mamás del colegio de sus hijos y por internet pasaron a venderle a Falabbela, que fue el primer paso que dieron en grandes cadenas y la respuesta de ventas fue un éxito. Ahora están calculando 3.000 productos en casi todos los shoppings y cadenas de jugueterías.
Sin embargo, aunque las ventas son promisorias, aún no se animan a modificar su modelo de negocios y no abrirán locales propios. “Tener nuestro propio local nos exigiría dejar nuestros trabajos, porque hay que estar y dedicarle mucho. No es algo que podamos hacer por ahora”, dice Carola. En cambio, sí ya están pensando en ampliar la cartera de productos que ofrecerán en las tiendas donde ya venden y, además de la remera, habrá cajas con impermeables.
Los números de PintArte
• 40.000 pesos es lo que invirtieron Carola y María José para poner en marcha su proyecto.
• 500 fueron las ventas iniciales
* 120 pesos es lo que vale cada una, por lo que recuperaron la inversión en menos de un año.
Este artículo fue escrito por @vporce para la edición de marzo de revista Ohlala