“Es un escenario extremadamente difícil porque después de 9 meses sin circular esperábamos un poquito más de pasajeros para poder ayudarnos a la recuperación del sector”, señaló el vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia, Gustavo Gaona.
A casi cumplirse dos meses desde el inicio de la temporada de verano en el país, el uso de los micros de larga distancia no fue el esperado.
Es que pese a que se coordinó todo con los protocolos y las medidas de seguridad adoptadas, la demanda bajó un 80%.
“Estamos satisfechos por cómo se dio el protocolo a nivel nacional, sin ningún inconveniente hasta el momento afortunadamente. Lo que no esperábamos era una demanda, aún en esta situación de pandemia, tan baja como la que estamos teniendo en relación a la misma época del 2020. Estamos hablando en términos generales, esto varía según los los corredores, de una caída del 80 por ciento de pasajeros menos”, dijo Gustavo Gaona, vocero de la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI).
Para Gaona este presente es un escenario “extremadamente difícil porque después de 9 meses sin circular esperábamos un poquito más de pasajeros para poder ayudarnos a la recuperación del sector”.
Por su parte, José Arteaga, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) remarcó que la demanda, que es la cantidad de unidades que están circulando, “todavía en plena temporada de verano, habiendo transcurrido ya gran parte de enero, no está llegando ni al 30%”.
“Todo el sistema de transporte está siendo altamente subsidiado por el Estado porque nadie ha trasladado a tarifas los costos de funcionamiento y mucho menos a los usuarios, obviamente que en su gran mayoría va a pérdida. Con lo cual el estado de la situación es preocupante”, agregó.
Las restricciones de circulación también atentan contra una mayor cantidad de pasajeros ya que cada jurisdicción provincial ha impuesto su propio sistema, o en otras ocasiones, “algunas no permiten el ingreso todavía, otras exigen un hisopado, cuarentena, otros una simple declaración jurada, con lo cual es tan heterogéneo que esto ha ido cambiando los hábitos y costumbres de quienes viajaban en el transporte de pasajeros, ya sea automotor y ferroviario”, explicó el director ejecutivo de la CNRT.
En la Ciudad de Buenos Aires, que es uno de los destinos donde sale más la gente, se estableció un máximo de 135 servicios diarios. “En un cambio de quincena o en un día de buena demanda, antes en enero, hemos llegado a tener 1500. Eso también nos ha afectado porque nos obliga a retirar servicios a la venta”, detalló el vocero de la CELADI.
Con el fin de las ayudas económicas del Gobierno, una paritaria aún en mesa de negociación y pocos viajantes, el futuro de los colectivos de larga distancia no se ve prometedor.