Se pasó de largo enero y hay que empezar a poner manos a la obra sobre los proyectos de cara al nuevo año. Pero antes, te proponemos que te sientes a hacer un balance de tu negocio.
• ¿Para qué sirve? Para saber si vas por el camino correcto, si estás aprovechando bien tus recursos y, sobre todo, si estás cumpliendo con los objetivos que te planteaste en el plan de negocios. Es la única forma de tener un buen control de la economía de tu empresa.
• ¿Cómo se hace? Lo básico, ver cómo te dan los números y si ese resultado es el esperado. Pero no se trata sólo de hacer cuentas: igual de importante es analizar los procesos que te llevaron a ese resultado, qué fue lo que se hizo bien para que cumplieras las expectativas establecidas o, si no las cumpliste, qué se hizo mal, dónde estuvo el problema. Esto es indispensable para corregir el rumbo y nada mejor que un nuevo año para implementar cambios.
• ¿Qué hago con el resultado? Si el balance es positivo, podés festejar y avanzar al próximo casillero: la planificación del 2013. Si, en cambio, el resultado te da «no positivo», es momento de revisión, reflexión y decisión. Te tenés que poner a pensar dónde está el desvío y por qué ocurrió, cómo se puede solucionar si es que se puede y actuar en consecuencia de lo que creas más conveniente.
@vporce
Este artículo fue publicado en la revista Ohlala!