En los periodos preelectorales siempre reina la cautela de los inversores y este periodo no es la excepción. Ahora el mayor temor es que después de las elecciones se comiencen a resolver algunos desbalances económicos, en especial el del tipo de cambio. Haciendo una relación entre el circulante en poder del público y las reservas, algunos vaticinan que el tipo de cambio a fin de año podría rondar los $/sud 10.
Es así que hay muchas empresas buscan extender el plazo de las emisiones en pesos ligadas al dólar (llamadas dollar-linked) para licuar la devaluación o atarse a la tasa Badlar. En el primer caso, tomando en cuenta la devaluación del mes de julio del dólar oficial del 2,1%, la devaluación anual rondaría el 25% y si a eso se le suma una tasa del 3% anual, el costo total para la empresa seria del 28% anual, frente a una tasa Badlar del 18%.
En la vereda de enfrente están los inversores, que podría llegar a interesarles este tipo de colocaciones por el alto rendimiento superior a la inflación esperada. Con dos salvedades: por un lado las mismas escasean y por el otro, dado la alta cultura de dolarización que existe en nuestro país, los inversores prefieren los bonos en dólares, que tienen un excelente rendimiento.
Uno de los títulos que resulta muy atractivo es el Boden 2015, que vence en dicho año y tiene un rendimiento anual aproximado del 12%. Lo interesante de este titulo así como otros en dólares, es que se compran en pesos y tanto los intereses como el capital al final se perciben en dólares billete. Por lo tanto se convierten en una excelente opción para hacerse de dólares de una manera legal y con un muy alto rendimiento.
Otros dos títulos que resultan muy atractivos son el Bonar 17 y el bono global 17. Son dos títulos similares, pero la diferencia es que el primero se rige bajo legislación argentina, por lo que queda exenta de los vaivenes que pueda haber respecto de la decisión de pago a los holdouts. Ambos títulos ofrecen rentabilidades del 13,5%
