El presidente de la entidad que representa unas 500 mil pequeñas y medianas empresas, Gerardo Díaz Beltrán, aclaró que “la situación es desesperante y en junio se nos viene el aguinaldo”.
A menos de una semana para finalizar la tercera etapa de la cuarentena obligatoria a causa del coronavirus, el Presidente Alberto Fernández mantuvo un encuentro en la residencia de Olivos con empresarios y sindicalistas para dialogar sobre las próximas actividades que serán habilitadas para paliar la crisis económica.
Tras este encuentro, es ahora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la que espera que próximamente se convoque a las PyMES para diseñar un rescate financiero. En esa línea le enviaron una nueva misiva al Jefe de Gabinete de la nación, Santiago Cafiero, con propuestas para amortiguar el impacto económico en el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, dispuesto por el Poder Ejecutivo Nacional.
“La situación es desesperante y en junio se nos viene el aguinaldo”, señaló el presidente de la entidad, Gerardo Díaz Beltrán, e insistió en la necesidad de que el gobierno cubra el 100% de los salarios en empresas con hasta 40 empleados.
En ese sentido desde CAME, explicó que este beneficio alcanzaría al 30,3 % del empleo con una masa salarial neta de 70.701 millones de pesos. “Estimamos llegar a cerca de 2,4 millones de personas, garantizando así la continuidad de sus puestos de trabajo, y también del sostenimiento del consumo, que genera un engranaje productivo beneficioso para no parar la economía”, sostuvo Beltrán.
Para el titular de la entidad que nuclea unas 1500 federaciones, cámaras, centros y uniones industriales, comerciales, de turismo, servicios, construcción y producción de todo el país, representando a unas 500 mil pequeñas y medianas firmas, «“Debemos salir de forma progresiva y ordenada de esta cuarentena, la caída de las ventas minoristas nos lleva al colapso, y arrastra a todo el entramado productivo, hay muchos puestos de trabajo en riesgo y una pyme que se funde no vuelve a resurgir”.
CAME reiteró su apoyo a las acciones concretas que realiza el Gobierno Nacional para cuidar el empleo y la producción, pero entendió que «es fundamental que se tomen medidas más profundas para sostener al sector pyme, que es el más afectado por la pandemia».
La entidad informó que las ventas minoristas se desplomaron en abril, y mientras los rubros esenciales disminuyeron 31% anual, los que permanecieron en cuarentena tuvieron una baja promedio del 75% al 80%, comparado con el año pasado.
Asimismo, Díaz Beltrán dijo que necesitan “más que un crédito un rescate financiero“, y que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas que realmente necesitaban una tasa diferencial del 24% para subsistir, no pudieron obtenerlo por rechazos en las precalificaciones que realizan los bancos.
Desde CAME mencionaron algunos ejemplos de rechazo en las entidades bancarias para otorgar el crédito: nómina salarial de empleados acreditada en otra entidad bancaria, mínimas deudas con tarjetas de crédito, deudas de moratorias impagas, por cheques rechazados, o simplemente porque “no están en la lista”. También hubo casos insólitos en los que además de la garantía de la empresa, exigían también garantías personales de los directivos de las mismas o del BICE, entre otras manipulaciones para desestimar la ayuda.