Cada vez más empresas ofrecen una nueva forma de trabajar: el job sharing. Jueces, profesores de universidad, políticos, periodistas y hasta curas anglicanos son algunas de las profesiones que se han sumado a este sistema. Basado en dos personas que se reparten las horas de un mismo puesto de trabajo en días o turnos consecutivos, la pareja de trabajadores pacta un sistema de organización y comunicaciones que se repite cada semana. Suiza, Reino Unido, Alemania o Australia son países en los que compartir el trabajo se ha convertido en una fórmula relativamente frecuente.
Esta nueva forma de trabajar sigue llegando a más paises europeos, donde el trabajador exige cada vez más flexibilidad para poder ocupar tiempo en acompaginar el empleo con otras facetas de su vida o con otros trabajos. Las empresas que lo ofrecen son cada vez más conscientes de lo beneficioso que resulta contar con dos cabezas por el precio de una.
No existen datos oficiales que registren esta forma de trabajo, que en las estadísticas se computa como empleos a tiempo parcial. Pero según estimaciones de un estudio de Robert Half, la gran multinacional de recursos humanos, se ve que un 25% de las empresas europeas ofrecen puestos para compartir, aunque varía según el país.
La administración británica promueve esta manera de trabajar y publica un manual en el que anima a los empleados del sector público a compartir puestos y los ayuda a presentar candidaturas conjuntas. Explica además cómo se llevan a cabo los procesos de selección, incluida la entrevista simultánea a los dos candidatos.