Hugo Magonza, presidente de la Asociación Civil, dijo en el marco del XXVI Congreso Argentino de Salud organizado en Pilar que “la cuota de la medicina privada tiene un peso de 2,21% dentro del 100% del IPC».
La Dra. Carla Vizzotti, Ministra de Salud de la Nación, anunció la constitución de un fondo de tecnologías sanitarias de alto precio, compuesto por 150 millones de dólares, financiados por el BID. “Va a permitir asegurar el acceso a medicamentos para todos los subsectores del sistema”, dijo.
El objetivo de integrar el sistema de salud privado con el Estado tiene como objetivo hacerlo más eficiente: “La pandemia demostró que aportando todos para el objetivo general se pudo hacer”, dijo Vizzotti, y agregó que el problema del financiamiento además de la situación económica dificultan generar un plan de prestaciones -y reformular el PMO- para que sea compatible con el avance producido por las tecnologías de alto precio.
“Cuando dicen que el sistema de salud influye muy fuertemente en el índice de costo de vida, ese dato está equivocado”, dijo Hugo Magonza, presidente de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI). Su afirmación se apoyó en números concretos: mientras que el IPC de agosto fue del 12,4% , el costo de salud en este período fue 15,3%. “La cuota de la medicina privada dentro del índice de precios al consumidor tiene un peso de 2,21% dentro del 100% del índice”, continuó Magonza. “Es decir que si la medicina privada durante agosto no hubiera aumentado nada, el IPC del 12,4% hubiera sido de 12,2%. Esto demuestra claramente que no es verdad que la cuota de la salud privada impacta enormemente en el costo de vida”.
En ese sentido Magonza hizo referencia al desfasaje entre la progresión de los aumentos en la economía real y la recomposición que obtuvo el sector, y a la manera en que el sector funciona en ese contexto: “El sistema ajusta endeudándose: con el fisco, con obras sociales, con proveedores y prestadores, disminuye la inversión y la retribución para los equipos de salud, depende de subsidios y deteriora los servicios”, finalizó.
Por su parte Héctor Daer, Secretario General de la Confederación General del Trabajo, hizo referencia a los problemas que tienen las obras sociales para financiarse y hacer frente a los medicamentos de alto precio: “En las mesas de discusión del salario, el problema mayor a resolver es el financiamiento del sector. Nuestro sistema tiene una proyección que no es sustentable. Lo que tenemos que buscar es cómo se financia la mejora exponencial de la tecnología médica que está viniendo y que está por venir”, dijo, y afirmó que “los medicamentos de alto precio se llevan entre el 26 y el 32% de los financiadores, y eso no se sostiene”.
Daer también se pronunció acerca del tema de discapacidad y nuevas tecnologías: “Como gremio y como CGT insistimos en dos temas de los que el Estado se tiene que hacer cargo: el primero, la discapacidad. La SSS tuvo en junio un gasto total de 30 mil millones de pesos, de los cuales casi 29 fueron a discapacidad. El otro tema es la tecnología, porque si no aparece el financiamiento no hay sistema que lo sostenga: no habrá salarios para pagarle a los trabajadores y no habrá tecnología, porque cada vez nos achicamos más”.
A su vez, el Dr. Adolfo Rubinstein, ex secretario de salud y Director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud, en relación a los principales problemas que enfrenta el sistema de salud en Argentina sostuvo: “El deterioro macro afecta terriblemente al sector: afecta en principio a las personas, y después a sector de los financiadores”.
Además hizo referencia a los medicamentos de alto precio: “Hay que comenzar a definir cuál va a ser la estrategia de regulación de precios entre economía, comercio y salud, que en la Argentina no existe. Todos los países desarrollados lo hacen”, afirmó. Y también hizo referencia a la todavía pendiente creación de una agencia de evaluación de tecnologías sanitarias: “La falta de una agencia es un problema serio, porque hace falta una política de cobertura que nos guíe hacia qué vamos a cubrir”.
Respecto a los nuevos medicamentos innovadores, dijo que “tenemos que hacer que sea sostenible mediante estrategias de negociación: la creación de un fondo para medicamentos innovadores y la compra consolidada de medicamentos” y para ello los principales puntos que ofrece su propuesta son articular mejor el sistema de salud público privada y regular los medicamentos que son incluidos en el PMO, para hacer sostenible la estructura de costos.
Desde la óptica de los funcionarios en gestión, la Dra. Alexia Navarro, Viceministra de Salud de la Provincia de Buenos Aires, propuso “seguir garantizando el acceso a la salud, y sobre todo trabajar en el plan quinquenal, para poder fortalecer los circuitos e integrar a los efectores y los recursos para lograr un uso racional de los sistemas privado y público. Hay que romper las barreras de segmentación y trabajar en leyes que regulen la actividad”.
Respecto del financiamiento para sostener el proyecto aclara que se va a crear un “Fondo provincial de salud que sirva para el financiamiento y el fortalecimiento según el criterio establecido por cada región. La diversidad de realidades de la provincia de Buenos Aires hace que las necesidades no sean las mismas en el GBA o en el interior”, indicó.
A su vez, el Dr. Fabián Puratich, Subsecretario de Integración de Sistemas de Salud y Atención Primaria del Ministerio de Salud de la Nación, hizo referencia a la importancia de contar con un Ministerio de Salud: “Hemos escuchado a algunos candidatos decir que piensan eliminar el ministerio de salud, y es imposible construir una política sanitaria sin un ministerio”.
Para Puratich “los medicamentos de alto precio son un grave problema de financiamiento para nuestro sistema de salud, tanto público como privado, pero se han llevado adelante políticas públicas con compras centralizadas de medicamentos para distintas patologías”.