El Gobierno volvió a subir los encajes bancarios 5,5 puntos junto con una mayor exigencia de integración de los mismos con bonos, con el objetivo de mantener controlado el dólar.
De este modo, los depósitos que deben permanecer inmovilizados en el Banco Central ascenderán con estos cambios a un total del 53,5%, uno de los mayores niveles en los últimos 30 años.
El Banco Central tomó la medida tras un arranque de semana donde el dólar saltó 2% a $ 1.370, y en la antesala de la licitación de deuda en pesos de este miércoles. El objetivo es que los bancos se hagan de títulos del Tesoro con plazos más largos, pero el mercado ve dificultades para renovar los $ 13,7 billones que vencen esta semana, de los cuales un 60% está en manos de inversores privados.
En este contexto, la autoridad monetaria dispuso incrementar en 2 puntos porcentuales a partir de este martes los encajes de los depósitos a la vista en pesos y en 3,5 puntos porcentuales desde el lunes los encajes remunerados de todas las partidas, los que en ambos casos podrán integrarse con los bonos que se licitan esta semana y que tengan un plazo al momento de la suscripción no menor a 60 días.
El ministro de Economía, Luis Caputo, apunta así a que los bancos compren los títulos que vencen después de las elecciones y que el Tesoro ofrecerá este miércoles. Ese es el caso de cinco de los siete bonos que presentó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, un menú integrado por Lecap, bonos ajustados por el dólar oficial y títulos vinculados a la tasa mayorista (Tamar).
La medida del BCRA está en línea con la orden que bajó el Presidente de que “no sobren pesos” y el objetivo de reabsorber los pesos que no se refinancien en la licitación de deuda de este miércoles. Uno de los principales temores del equipo económico es que haya un nuevo sobrante de pesos que vaya a presionar aún más el dólar.
La otra preocupación es que tenga que seguir subiendo las tasas para contener los pesos, algo que Caputo reconoció va a enfriar aún más la economía, pero que también impacta en un mayor costo financiero del sector público para endeudarse. El Gobierno tuvo que convalidar el 13 de agosto tasas que duplican la inflación y, sin embargo, solo pudo renovar el 60%, dejando afuera una masa de casi $ 6 billones.