De esta manera, la entidad bancaria obtuvo el sexto sobrecumplimiento consecutivo.
De acuerdo a los datos difundidos por el Banco Ciudad, los números fiscales correspondiente al mes de junio y al cierre del primer semestre mostraron un nuevo sobrecumplimiento de las metas oficiales trimestrales, obteniendo el sexto consecutivo. Además, la evolución del nivel general de precios del mismo mes tuvo una aceleración de la inflación que reflejó los efectos de la reciente suba del tipo de cambio.
Haciendo una perspectiva para los próximos meses, apuntan a una inflación en descenso, en un marco de menor volatilidad cambiaria y unas políticas fiscal y monetaria tendientes a restar presiones sobre los precios internos.
En lo que hace al manejo de la política fiscal, el Ministerio de Hacienda y Finanzas presentó esta semana los datos de la ejecución presupuestaria de junio, los cuales mostraron una reducción del déficit primario de 0,7% en relación al mismo mes de 2017, variación equivalente a una contracción de 23% en términos reales (ajustada por inflación).
Esta dinámica se vio favorecida por ingresos totales (+36,5%) que volvieron a mostrar un alza superior a la del gasto primario (+26,8%), con una brecha que ascendió a 10 puntos porcentuales. Con un descenso interanual de 8% en los pagos por intereses, el déficit financiero también se movió a la baja, experimentando un retroceso de 3% en comparación con junio de 2017.
El retroceso del déficit se ve favorecido por la mayor contención del gasto primario, el cual creció un 26,8% i.a., volviendo a contraerse en términos reales, en esta oportunidad 2,1%. Sobresalió la evolución que experimentó el déficit operativo de las empresas públicas, con una caída de 28%, al tiempo que también se verificó un descenso en el gasto de capital (-14%) y en las transferencias corrientes a las provincias (-5%).
Los subsidios económicos, en tanto, reflejaron el impacto de la suba del tipo de cambio y también de la cotización internacional del petróleo, tanto sobre los subsidios energéticos como en aquellos vinculados al transporte. Finalmente, las prestaciones sociales, que representan 2/3 del gasto primario, se incrementaron un 29%, con lo que siguen mostrando un avance superior a la del total de las erogaciones. Por su parte, los ingresos del Sector Público Nacional se incrementaron en junio un 36,5%, su mayor variación en lo que va del año. Se destacó la evolución de los tributos vinculados al nivel de actividad, con una mejora de 48,4% en el IVA, y de 62,9% en el impuesto a los débitos y créditos bancarios, ambos con incrementos que superaron ampliamente a la inflación del período.
Durante junio, también se verificó un crecimiento más pronunciado de los impuestos vinculados al comercio exterior, como resultado del alza en la cotización del dólar: los derechos de exportación subieron un 53%, al tiempo que los derechos de importación hicieron lo propio un 56%. Con estos datos, el déficit acumulado para el primer semestre del año presentó un descenso de 26,7% en términos interanuales, resultando equivalente a 0,9% del PIB (frente a una meta trimestral de 1,1%), número que representa algo menos de 1/3 de la meta anual de 2,7% del Producto.
A lo largo de la primera mitad del año, si bien los ingresos presentaron un comportamiento favorable (+26,3%), el acento estuvo puesto en la contención del gasto primario, que con un alza de 19,3% presentó una contracción de 5,6% en términos reales.
La inflación minorista cerró los primeros seis meses del año con un incremento del 16% contra diciembre, alcanzando en junio una variación interanual de 29,5%. En particular, los servicios de la vivienda y transporte en conjunto explicaron cerca del 30% de la inflación del primer semestre, al tiempo que los alimentos y bebidas tuvieron también un rol importante a partir de los movimientos verificados en el tipo de cambio, explicando otro tercio de la inflación del período.
De cara a lo que resta del año, las variaciones del nivel general de precios podrían ir mostrando una moderación, una vez que vayan cediendo los efectos directos e indirectos de la reciente inestabilidad cambiaria, combinados con una menor incidencia de los incrementos de las tarifas de los servicios públicos respecto a lo verificado en la primera parte de 2018.