El primer semestre del año tuvo un derrumbe del 18% del consumo, sin embargo se pudo observar una leve desaceleración en la caída respecto del bimestre mayo-junio en la variación interanual, que dio 15,5%.
En el informe realizado por Nielsen IQ se pudo observar una leve desaceleración en la caída en el consumo que aun se mantiene en dos dígitos. Al analizar las facturaciones, se reflejó una suba del 238,8% ante el 271,5% de inflación interanual de junio. Lo llamativo es que si bien las facturaciones crecieron por debajo del índice inflacionario, los precios ponderados aumentaron 307%.
La principal baja la tuvo el segmento de bebidas, que cayó un 17% en el bimestre, empujado por el derrumbe de bebidas alcohólicas (-29,3%), mientras que las no alcohólicas contuvieron ese desplome (-12,3%). En el semestre, la caída del segmento de las bebidas fue del 22% interanual.
En el caso de los alimentos, la caída (13,7%) fue bastante homogénea entre los segmentos de alimentos no básicos (-15,3%), golosinas (-14,3%) y alimentos básicos (-13%). Entre los productos de cuidado personal y limpieza (-16,2%), la baja fue más pronunciada entre los productos de limpieza del hogar y de ropa (-16,5%), aunque le siguieron de cerca los de cosmética y tocador (-16%).
