Los ejes centrales girarán en torno al rebrote de coronavirus y la posibilidad de tener que volver a implementar una ayuda económica por parte del Estado para el sector privado.
El gabinete económico se vuelve a reunir para analizará una serie de medidas de asistencia ante un posible rebrote del coronavirus.
Entre los ejes principales está el congelamiento de alquileres y las cuotas de créditos hipotecarios UVA, la posible vuelta del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la adecuación de la ayuda para empresas que reemplazó al programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Este mes vence el decreto que dispuso que se mantengan los costos de los alquileres y los créditos UVA y, en el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, “se evalúa” una prórroga y que trabajan en conjunto en la reglamentación de una extensión de estas medidas aunque por el momento se desconocen mayores detalles.
Posible vuelta del IFE
El ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo anticipó esta semana que podrían tomar “medidas sociales excepcionales” si en los próximos meses “hay un rebrote” de coronavirus y “la situación social se complica” por la caída de ingresos en los sectores vulnerables. Aunque no está previsto en el Presupuesto 2021, no descartó que pueda otorgarse una nueva cuota
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Dijo que el año pasado fue “muy complejo ya que mucha gente bajó sus ingresos, se complicó la situación social” y advirtió que hubo realidades “muy críticas en torno al trabajo y al precio de los alimentos”.
Ante un eventual regreso de esta asistencia, el Ejecutivo podría adoptar otras medidas para los sectores más vulnerables como una suba en el monto de la Tarjeta Alimentar.
Asistencia para empresas
Se tratarán de una posible adecuación del Programa de Recuperación Productiva (Repro II), que reemplazó al ATP. La actual versión de la asistencia otorga una suma mensual de hasta $9000 a los trabajadores de las empresas adheridas.
El Ejecutivo decidió ampliar la cobertura de esta asistencia a compañías que se encuentran consideradas en situación crítica de áreas como turismo, cultura y recreación, entre otras, y del sector salud que percibieron el ATP durante 2020, aunque excluyó a parte de los trabajadores de esas firmas.