De confirmarse, será sin dudas la primera buena noticia en política económica para la gestión de Alberto Fernández.
El INDEC informará esta tarde que la inflación de enero se ubicará por debajo del 3% según lo estimado por el Gobierno y que superará la performance del mismo mes de 2019 cuando el indicador se ubicó en el 2,9%.
El número será mejor a los cálculos de todas las estimaciones privadas publicadas hasta ayer, que adelantaban una inflación aproximada del 3,2%, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado el 4 de febrero pasado.
Esta semana el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, adelantó: “Nosotros siempre fuimos optimistas sobre la baja de la inflación y creemos que va a dar muy por debajo de lo que han venido estimado las consultoras. Seguramente por debajo del 3%“.
En esa línea, siguió: “Va a tener éxito la estrategia de cortar la inercia inflacionaria. Lo planteo este Gobierno de entrada y el gobierno anterior no le prestó atención. El programa de Precios Cuidados va a dar efecto en enero y en febrero también. El congelamiento de tarifas creo que también apunta en el mismo sentido“.
El Gobierno debe demostrar que el comienzo de la gestión económica sea con una suba del IPC al menos controlada para que su proyección general sea creíble y defendible ante los mercados financieros.
Además de los mercados, esperan los resultados tanto el FMI como las empresas y los sindicatos. En el primer caso, el resultado de enero debe servir para que los enviados del FMI consideren válidas de análisis a las promesas del ministro de Economía, Martín Guzmán, de un superávit fiscal primario de más de al menos 0,5% sean defendibles.
El resultado del IPC de enero tiene, además, la misión de poder controlar la ambición de los sindicatos a semanas del comienzo de la reapertura del ciclo lectivo de negociaciones paritarias 2020, proceso en el que el Gobierno quiere que la discusión circule alrededor de un incremento salarial que empate a la inflación.
Según los datos sectoriales que se observaron en enero, los principales impactos en los precios serían en carnes y cereales dentro del capítulo de Alimentos y bebidas no alcohólicas; mientras que también habría incrementos en el rubro de Recreación y cultura, debido a cuestiones estacionales vinculadas con el turismo y las vacaciones. En cambio, Salud daría cierto respiro.