El Banco Central volvió a intervenir hoy y vendió 45 millones de US$, pero ¿está vendiendo para controlar el precio del dólar o tiene otro objetivo?.
El primer día de intervención fue el 5 de marzo cuando el dólar mayorista superó los 20,4 y el minorista coqueteó con los 20,70 y desde ahí las apariciones en la plaza del Banco Central son casi cotidianas y superaron ampliamente los 1.000 millones de dólares. Una novedad para una entidad monetaria que se vanagloriaba de la flotación libre y que podía contar con los dedos de la mano las intervenciones en todo 2017.
Pero desde las oficinas que comanda Federico Sturzenegger aseguran ahora que el banco central no está mirando el precio del dólar. ¿Y cuál es el objetivo de la intervención entonces? Controlar la cantidad de pesos en la plaza.
¿Cómo? Como una estrategia alternativa para sacar pesos del mercado sin tener que subir la tasa de interés (algo que parece tener prohibido por la Jefatura de Gabinete).
“Si hay un evento externo que presione al dólar, lo vamos a dejar subir. Pero mientras tanto vamos vendiendo dólares como una manera de sacar pesos del mercado”, dicen que dice Federico Sturzenegger.
El que quiere dólares los tiene disponibles y el que quiere tasa de interés tiene las Lebacs. Un cambio en la estrategia para secar la plaza cuando no se puede usar más la tasa de interés.
Además de los reclamos contra la estrategia de super tasas de la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Hacienda, había un desgaste de ese instrumento que reconocen hasta los más defensores de la gestión del Central que terminaba corriendo a la inflación desde atrás.
La tasa alta incentivaba la venta de dólares para invertir en pesos, el dólar se hundía mientras la inflación avanzaba y en algún momento la presión hacía que el dólar alcanzara a la inflación que volvía a deslizarse.
La estrategia ahora es a la inversa y la apuesta es que la carrera pueda darse en un escalón más bajo en la suba de la inflación. Por ahora ese escenario no aparece.