En el corto plazo aparecen posibilidades para quienes disponen de fondos y templanza para soportar el riesgo; en el mediano alcance hay incertidumbre.
Desdelallegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos todo se ha vuelto más incierto. El consenso tanto de los hombres de negocios como de los economistas es que su estrategia de limitar el intercambio comercial y acelerar la inversión pública en una economía que ya tiene pleno empleo sólo traerá un menor crecimiento para los Estados Unidos y para todo el mundo. Pero esos males acontecerán en el mediano plazo, mientras que en el corto aparecen negocios en el mundo para los que disponen de dinero y templanza para soportar el riesgo; también en la Argentina, para los sectores que venían más atrasados.
Lejos de sacar los pies del plato, algunos de los asesores locales recomiendan inversiones aquí y allá para tiempos de escenarios cambiantes. «Efectivamente, Trump aumentó la incertidumbre, aunque si evaluamos el comportamiento de los grandes inversores mundiales y norteamericanos vemos que la Bolsa ha tocado sus niveles máximos, porque mientras que el cierre de la economía es negativo, el estímulo del crecimiento tiene efectos positivos en el mundo», evalúa Eduardo Costantini, uno de los mayores inversores en el negocio del real estate local.
El dueño de Consultatio es optimista sobre el futuro de la Argentina y pone la mirada en sectores como el agrícola, el energético y el de infraestructura. «El país está viviendo un período particular de oportunidades por la falta de inversiones en sectores clave que hubo en los últimos años y por la llegada de un nuevo gobierno, más amigable para los inversores. El campo, la energía y la infraestructura tienen una necesidad de inversiones propia de la dinámica de áreas clave de la economía que no dependen en exceso de la situación Trump», sostiene.
El analista Claudio Zuchovicki coincide en que la Argentina puede mantener su «burbuja» en este nuevo contexto global y hasta podría ganar mercados en rubros en los que compite con los Estados Unidos, como granos, vinos o alimentos, porque si la mayor economía del mundo cierra sus fronteras, algunos de sus compradores también tomarán represalias y le dejarán de comprar, buscando un nuevo proveedor.
Además, un aumento en la regulación y en la discrecionalidad de las reglas en los Estados Unidos «bajará el nivel de inversión en sectores como el shale gas y el shale petróleo, y puede mejorar por contraste el atractivo de países como la Argentina», dice Zuchovicki. Si estos sectores crecen, las acciones de esos rubros y de sus proveedores también lo harán. Eso, sumado a la recomposición de las tarifas, hizo escalar los precios de los papeles de Edenor y Pampa Energía en enero último.
El 2016 le dejó muy buenos rendimientos a los inversores que apostaron a los bonos por la recuperación y la baja de la tasa de interés que consiguió la Argentina. Nadie puede esperar que se repita esa performance en 2017, pero sigue habiendo rendimientos atractivos en dólares.
Costantini da su fórmula para inversores conservadores en este contexto: «Hay que apostar a los bonos de corto plazo, que vencen en menos de cinco años, como el Argentina 2021, porque los que vencen en el 2026 o 2036, si bien rinden más, son los que pueden bajar si los Estados Unidos modifica la tasa». Y añade: «Invertir en el tramo medio, es más conservador pero menos susceptible a la volatilidad».
Para quienes invierten en los Estados Unidos, la recomendación también es la cautela. El experto en mercados internacionales, Luis Palma Cané, considera que, en este escenario, para apostar a la bolsa norteamericana el inversor debe aceptar la volatilidad y el riesgo, y no recomienda exponer más del 10% del patrimonio.
Si la inversión pública es alta, la economía crecerá en el corto plazo y las acciones en general se deberían beneficiar en los Estados Unidos. Pero con un presidente que puede cambiar la regulación todos los días, lo ideal es no apostar por un sector específico. Palma Cané recomienda el ETF de SPY, una especie de fondo común que replica todos los movimientos de acciones que tiene el Standard&Poors 500, que nuclea a las empresas de mayor capital en Nueva York.
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Bonos
Un bono de la Argentina hoy es alrededor de dos puntos porcentuales más bajo que uno similar de México, Chile o Uruguay, pero hay que estar atento a la evolución de la tasa de EE.UU., ya que, si sube, el valor de los papeles argentinos puede bajar todavía más. Opción para inversores conservadores: bonos de corto plazo, que vencen en menos de cinco años, como el Argentina 2021.