En su primera presentación, la nueva jefa del FMI dice que el organismo llega cuando los países están en momentos desesperados.
La flamante directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dio su primer discurso público en su cargo e hizo referencia a los países que tienen programas con el organismo, como la Argentina. Dijo que el FMI llega en “situaciones muy desesperadas”, con una billetera, pero con un cerebro y “un corazón que late”.
Georgieva, economista y socióloga búlgara que formalmente reemplazó a Christine Lagarde el 1° de octubre, pronunció su mensaje días antes de la Asamblea anual del organismo, que comienza la semana próxima en Washington, donde se reunirán los ministros de Economía y Hacienda y los presidentes de los Bancos Centrales de todo el mundo, entre ellos Hernán Lacunza y Guido Sandleris.
La directora ejecutiva dio un mensaje sobre las perspectivas globales de la economía, pero en una charla posterior con el editor de Bloomberg Tom Keene, se refirió a los países que tienen programas con el FMI, entre los que se cuenta la Argentina.
“El Fondo llega en momentos en que hay situaciones muy desesperadas, hay riesgos, y trabaja con el país para revertir ese momento. Mi país (Bulgaria) fue uno de ellos. Por supuesto que es duro, pero debemos pensar qué pasaría si el Fondo no estuviera allí, cuál sería la devastación de una economía completamente arruinada, con ninguna esperanza de ser reconstruida. Lo que me gustaría hacer en los países con programas es lo que Christine Lagarde definió en su salida del FMI: una billetera, un cerebro, pero sobre todo un corazón que late”.
Georgieva tiene bien presente el caso de Argentina, ya que deberá renegociar el préstamo de 57.000 millones que otorgó al país, el mayor en la historia del organismo. Apenas fue votada por el directorio ejecutivo, la funcionaria se reunió el 25 de septiembre con el ministro Lacunza, que se encontraba en Washington para negociaciones sobre el préstamo stand by. De hecho, aunque de tono protocolar, fue la primera reunión de su gestión. Entonces Georgieva le dijo al ministro que Argentina estaba al tope de prioridades para el FMI y que trabajarían juntos entendiendo las dificultades económicas y políticas que atraviesa el país.
En su debut público en su nuevo cargo, Georgieva marcó los lineamientos de los temas que se tratarán en la Asamblea anual del organismo y del Banco Mundial, que comenzará la semana próxima en Washington.
La funcionaria tomó el concepto de “sincronización” en honor a su antecesora, Christine Lagarde, que integró el equipo francés de natación sincronizada.
Georgieva dijo que hace dos años la economía mundial se encontraba en un período de “auge sincronizado”, ya que casi el 75% del mundo estaba en fase de aceleración. Sin embargo, dijo que el FMI prevé que, en 2019, el crecimiento disminuirá en casi el 90% del mundo. Por lo que, afirmó, “la economía mundial se encuentra ahora en un período de desaceleración sincronizada”.
Explicó que, si bien en Estados Unidos y Alemania el desempleo se encuentra en mínimos históricos, aún así, en las economías avanzadas, inclusive Estados Unidos, Japón y, en especial, la zona del euro, se observa una moderación de la actividad económica.
“En algunas de las principales economías de mercados emergentes, como India y Brasil, la desaceleración es incluso más pronunciada este año”, agregó. Y también señaló que en China el crecimiento se está reduciendo gradualmente con respecto al rápido ritmo que ha llevado durante muchos años.
“Las precarias perspectivas plantean desafíos para muchos países que se ven confrontados con dificultades, incluidos algunos de los países que están aplicando programas del FMI”, agregó, aunque sin mencionar a Argentina.
Georgieva atribuyó la desaceleración a que “el crecimiento del comercio mundial prácticamente se ha paralizado” por las tensiones comerciales, lo que provocó que la actividad manufacturera y la inversión a escala mundial se hayan “deteriorado sustancialmente”, con riesgo a que los servicios y el consumo pronto se vean afectados.
“La incertidumbre —provocada por las tensiones comerciales, pero también por el Brexit y las tensiones geopolíticas— está frenando el potencial económico”, advirtió Georgieva.
“En una guerra comercial, todos pierden. Para la economía mundial, el efecto acumulativo de los conflictos comerciales podría suponer una pérdida de aproximadamente US$ 700 000 millones para 2020, alrededor del 0,8% del PIB”, señaló y exhortó a los líderes mundiales: “Debemos trabajar de forma conjunta, ahora, y encontrar una solución duradera para el comercio.”
La funcionaria nacida en Bulgaria añadió una nota personal a su discurso: «Cuando se trata de mejorar la vida de la gente, el trabajo duro empieza por casa. Aprendí esta lección de primera mano al crecer detrás de la Cortina de Hierro. Fui testigo, sentí el alto costo de políticas inadecuadas», dijo. La funcionaria explicó lo que el FMI considera prioridades de política económica que los países deberían adoptar para lograr “un crecimiento más vigoroso y resiliente”:
1) Uso acertado de la política monetaria y mejora de la estabilidad financiera.
2) Utilización de herramientas fiscales. “Ahora es el momento de que los países con margen en sus presupuestos hagan uso de su capacidad fiscal o se preparen para hacerlo”, dijo. Advirtió que, en cualquier caso, en todos los países, la reducción de la deuda y el déficit siempre debe llevarse a cabo de forma tal que se proteja la educación, la salud y el empleo.
3) Implementar reformas estructurales para el crecimiento futuro. Georgieva mencionó el desafío de la automatización laboral, la legislación anticorrupción, la reducción de burocracia, pero también al empoderamiento de las mujeres como cambio estructural. Puso como ejemplo el caso de Chile, donde los programas de guarderías infantiles aumentaron la participación de las mujeres en la fuerza laboral y estimularon la actividad económica.
4) Sumarse a la cooperación internacional. Para abordar temas como el comercio internacional, el financiamiento del terrorismo, lavado de dinero o cambio climático.
Citó un proverbio vietnamita: «El momento de saltar es antes de que tus pies se mojen». Y agrega: «Si esperamos hasta la próxima crisis, será muy tarde. Debemos actuar ahora. También, debemos actuar juntos».
La nueva directora ejecutiva volvió al hobby de Lagarde para cerrar: “Si la desaceleración sincronizada empeora, posiblemente deberemos dar una respuesta de política económica sincronizada”.
Para eso, Georgieva hizo un llamado mundial: “Pido a nuestros 189 países miembros, que se reunirán en Washington la próxima semana, a que vengan preparados para encontrar soluciones”.
Con información de Clarín