La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) que inició en 2016 a 14,05 ya se ubica en $99,95 y posiblemente el nuevo cierre lo defina por encima de los cien pesos.
Las UVA nacieron con un valor de $14,05 en marzo de 2016 con el fin de facilitar el crédito de largo plazo para la compra de bienes, principalmente inmuebles y créditos prendarios.
Este indicador alcanzó ya los $ 99,95 según el último resumen diario de Variables Financieras del Banco Central y así quedó a un paso de superar los 100 pesos. Una barrera que posiblemente cruzará en las próximas horas para afianzarse por primera vez en su corta historia por encima de las tres cifras. En porcentaje implica un crecimiento de poco más del 600% en casi seis años de vida.
Desde su lanzamiento la propuesta generó una nueva grieta en la Argentina entre los economistas que lo percibían como una oportunidad y recomendaban esta herramienta para aquellos que buscaban concretar el sueño de la casa propia y los que advertían sobre el riesgo de endeudarse con un instrumento atado a la inflación.
«La UVA lo que refleja es la brutal inflación con la que vivimos. Por algo el sistema tuvo que verse interrumpido en los créditos hipotecarios durante la pandemia. En este tiempo todo subió pero los salarios no acompañaron. Si hay períodos de gran inflación una de las posibilidad de la economía es que los ingresos no acompañen y eso fue lo que sucedió», explica el analista Christian Buteler, por entonces, una de las voces más críticas del sistema, al punto que tras el lanzamiento de esta línea, en una reunión con jóvenes economistas el entonces titular de la entidad monetaria Federico Sturzenegger lo recibió en la sede del Banco Central con un racimo de uvas.
«La idea cuando salió fue ir a una economía con inflación hacia la baja y de esa manera el sistema hubiese podido funcionar. Hubiese sido exitoso, porque le daba cobertura a quien otorgaba el dinero y en un círculo virtuoso, donde la inflación bajaba y los salarios se recuperaban y quien pagara no iba a tener ningún tipo de inconveniente. Desgraciadamente sucedió lo que entonces advertí: que en un país como el nuestro, inflacionario crónico, de crisis recurrente había chances de que esto no pudiese salir bien«, agrega Buteler
El analista reconoce que no imaginó que los problemas se iban a dar tan pronto a su inicio. «Desgraciadamente la crisis que estalló en 2018 provocó un disparo de la inflación y una baja de los ingresos».
«A largo plazo no se pueden desarrollar líneas de crédito con alta inflación, más allá de que se lancen líneas de crédito como estas, que buscan un equilibrio justo, donde no pierda el acreedor no pierda y en el que el deudor corre el riesgo que sus ingresos no se actualicen a la misma velocidad y la deuda pase a tener una carga mucho mayor a la que había previsto originalmente», aclara Buteler.
«Fue un sistema con buenas intenciones pero aplicado en un país donde la política económica y monetaria no ayudó a que funcione», concluyó.
Hay quienes sostienen que, pese al desacople de los salarios, la evolución del UVA en términos nominales frente al dólar los deudores han ganado por el aumento en la cotización del dólar, moneda que se utiliza en las transacciones inmobiliarias. Incluso a pesar de la baja en el valor de los inmuebles quien pudo seguir pagando el crédito ganó por la diferencia cambiaria.
Cuando se lanzó a fines de marzo de 2016 la UVA tenía un valor de $14,05 mientras que el dólar cerraba el mes a un valor promedio en los bancos de $14,88 es decir casi 6% por encima del UVA. La UVA ya alcanzó los $99,95 y el dólar oficial se finalizó a $ 109,5 según la cotización del Banco Nación pero a $ 181,70 en su cotización solidario (con el pago del impuesto PAIS y el adelanto de Ganancias). Mientras que el blue o informal alcanzó los 221. Una diferencia de entre 9,5% y 121% por encima del UVA según se tome el valor más bajo o el más alto del dólar.
La Unidad de Valor Adquisitivo UVA equivale a la milésima parte del costo promedio de construcción de un metro cuadrado de vivienda. El valor se actualiza diariamente en función a la variación del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que a su vez se basa en el índice de precios al consumidor, es decir la inflación.
Fuente: NA