Coca-Cola lanzó Vivamos Más Retornable, una invitación a las personas a que opten por este tipo de recipiente para el consumo de la bebida gaseosa.
En el contexto de su iniciativa global Un Mundo Sin Residuos, Coca-Cola lanzó Vivamos Más Retornable, una invitación a las personas a que opten por envases retornables por sus múltiples beneficios. Además de los envases de PET retornable, Coca-Cola relanza su icónico envase de 1L de vidrio retornable.
“Existe en el mundo una problemática en torno a los envases y, al igual que todas las compañías, Coca-Cola tiene la responsabilidad de ayudar a resolverla. Con ese objetivo, rediseñamos nuestro enfoque sobre los envases como parte de la iniciativa global ‘Un Mundo sin Residuos’ que tiene como meta asegurar que nuestros envases no se conviertan en residuos. Promover el uso de envases retornables es una de las formas de lograr esto”, aseguró Mariale Álvarez, Directora de Asuntos Públicos y Sustentabilidad de Coca-Cola Argentina.
Además de ser una opción más económica para el consumidor, estas botellas contribuyen al cuidado del ambiente al reutilizar y reducir. Un envase de plástico retornable –en promedio- puede ser reutilizado más de 10 veces. Esto reduce un 80% el consumo de material PET virgen al mismo tiempo que disminuye significativamente la huella de carbono. Además, cada botella retornable de plástico son 12 envases menos que se ponen en el mercado y, en el caso de los de vidrio, se pueden reutilizar unas 35 veces.
Acerca de la retornabilidad
Los envases retornables que Coca-Cola ingresa al mercado están diseñados y fabricados para que puedan ser reutilizados. Además, el proceso de llenado incluye múltiples etapas de inspección automática, limpieza mecánica y un proceso de lavado y sanitización que asegura la integridad física y sanitaria de los envases. De esta manera, los envases son reinsertados en el circuito en las mejores condiciones para transitar el ciclo nuevamente.
El circuito de los envases retornables es, además, un avance hacia una economía circular donde el descarte de una etapa retorna convertido en insumo al inicio del ciclo, cerrando un círculo que minimiza la generación de desechos.
Al culminar su vida útil, los envases retornables son descartados en la planta productora y destinados a reciclado. Así, optimizando por diseño la cantidad de material por envase, reutilizándolos y reciclándolos al final de su vida útil, se contribuye a disminuir la cantidad de desechos en el camino hacia “Un Mundo Sin Residuos”.