contador de visitas gratis Los cinco errores más comunes al utilizar una tarjeta de crédito - VilMetal.com.ar

Los cinco errores más comunes al utilizar una tarjeta de crédito

Los cinco errores más comunes al utilizar una tarjeta de crédito

Datos indican que este medio de pago es utilizado por gran parte de la población, pero si se utiliza mal pueden suceder deudas difíciles de pagar.


Una práctica muy común financieramente es realizar solo el pagó mínimo de la tarjeta, que se estima ronda el 5% del total del gasto, sin considerar los intereses que se generan y que pueden aumentar en un 70% el monto final.

Rodrigo Nadal, director de Resolvé tu deuda señala que: “Los malos hábitos en el uso de las tarjetas de crédito son situaciones previsibles y corregibles que dependen en gran parte de la educación financiera y el grado de conocimiento que se tiene sobre el método de pago”.

También agregó: “Es preocupante porque esta causa engloba una serie de conductas que perjudican diversos aspectos en la vida del titular de la cuenta, no sólo el financiero”.

En este sentido y para que la gente no caiga en un problema de sobreendeudamiento, el experto en finanzas personales comparte los cinco errores más comunes entre las personas que utilizan de manera errónea su tarjeta de crédito.

Usar el plástico como un ingreso extra

Esto se presenta entre quienes olvidan que las tarjetas son un instrumento de pago en la que se presta cierta cantidad de dinero bajo la promesa de que se devolverá posteriormente. Al no tener esto en cuenta, muchas personas consideran la línea de crédito como un ingreso regular, lo que afecta la percepción real de su capacidad de pago.

Pagar una tarjeta con la otra

Lamentablemente, muchas personas intentan resolver un problema de endeudamiento pagando la deuda de una tarjeta con otra o con un préstamo personal. Esta situación podría generar un efecto bola de nieve cuyo resultado sería una deuda aún más grande que la primera.

Adquirir más tarjetas de las que se pueden pagar

Identificar los hábitos de consumo, así como los ingresos con los que cuenta el titular, les permite dimensionar cuáles son los límites de su condición económica. Sin embargo, muchas personas deciden sacar tarjetas porque es fácil hacerlo, sin contar con la disciplina ni la capacidad financiera para mantenerlas bajo control.

No saber cómo funciona una tarjeta de crédito

La educación financiera en cuanto al uso de los plásticos incluye desde poder leer un estado de cuenta hasta entender qué significan conceptos como el CAT y sus implicaciones en el costo del crédito. No obstante, la mayoría de los titulares no adquieren una tarjeta como resultado de una decisión meditada, consciente y dirigida a obtener un mejor rendimiento de sus recursos, sino que lo hacen de manera impulsiva.

No hacer uso de un presupuesto.

No saber cuánto se gana y en qué se gasta es un mal hábito que afecta todos los aspectos de las finanzas personales. Esta situación podría agravarse cuando se dispone de una tarjeta, ya que, si no se tiene una buena administración del dinero propio, es probable que la situación se agrave cuando se adquiere un crédito.

“Es común que las personas no dimensionen el tamaño del problema de endeudamiento sino hasta que ya es demasiado tarde. Afortunadamente existe la posibilidad de pedir asesoramiento de expertos en finanzas, que puedan crear un plan acorde a las circunstancias de cada persona y los acompañen en la recuperación de su tranquilidad financiera”, concluyó Nadal.