El rendimiento de los plazos fijos, medidos por su tasa efectiva mensual, se encuentra próximo a cumplir un año sin generar rendimientos positivos en términos reales, lo que se intensificaría en caso de colocar este nuevo tributo, advierten desde la consultora Invecq.
La decisión del Congreso de dar marcha atrás con la iniciativa de gravar con Bienes Personales a los plazos fijos fue considerada acertada por la consultora Invecq, ya que esos depósitos vienen perdiendo frente a la inflación desde agosto del 2020, de manera ininterrumpida.
La entidad consideró que la sanción de una ley que dispusiera aplicar ese tributo sobre los plazos fijos no sólo implicaría rendimientos aún más negativos que los actuales, sino que además desalentaría una de las principales opciones en pesos.
«Es preciso destacar que el Congreso dio la sorpresa y terminó optando por no sumar el pago de bienes personales a los tenedores de plazos fijos, pensado para quienes no permanezcan en el instrumento 274 días o más», señalaron y agregaron que actualmente «solamente 4% de los plazos fijos se encuentran colocados a ese plazo, mientras que más del 90% se concentra en plazos menores a 60 días».
Hasta julio del año pasado, el plazo fijo promedio mostraba rendimientos reales positivos, debido a la baja de la inflación en el primer tramo de la pandemia, al punto que en abril y mayo el índice de precios al consumidor cayó al 1,5%.
La tasa promedio de los plazos fijos se ubica en torno del 34% anual, unos quince puntos porcentuales debajo de la inflación, lo que implica una descapitalización para quienes opten por esta clase de colocación. Desde 2020 se encuentra disponible la opción de plazos fijos ajustados por UVA, pero para plazos de 90 días o más. Es más conveniente para los pequeños y medianos inversores en tanto les permite obtener rendimientos levemente superiores a la inflación, contra una pérdida que en los plazos fijos tradicionales superó los cinco puntos porcentuales en el primer semestre.
La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que busca fomentar las inversiones en pesos y derogó el artículo tercero de la iniciativa, que disponía la exención del pago de Bienes Personales a los plazos fijos que permanecieran depositados por lo menos 274 días.
Eso implicaba dejar inmovilizados los depósitos por un mínimo de nueve meses para no estar alcanzado por el tributo en un contexto de alta inflación y, en los hechos, una forma de desalentar esos depósitos, incluso los ajustados por UVA que, por sus rendimientos positivos reales, venían mostrando un aumento en los últimos meses.
Con información de NA