Las tarjetas de crédito son un arma de doble filo y hay tanto buenas razones para utilizarlas como para huir de ellas.
A favor
Historial. Tu reputación como pagadora ordenada del resumen de cuenta será una herramienta para que el día de mañana te otorguen un crédito personal y ayudará a que consigas mejor tasa de interés cuanto mejor calificación acumules.
Orden. Si concentrás los todos los pagos en la tarjeta, a fin de mes el resumen de cuenta te servirá de base de tu presupuesto y sabrás claramente en qué gastaste esos pesos. Vas a ver que no se esfumaron, como pensabas.
Viajes. Si tenés un consumo que supere los 3.000 pesos por mes, los principales programas de millas de los bancos te permitirán acumular en un par de años los puntos necesarios para obtener un ticket aéreo gratis, por haber concentrado en la tarjeta tus pagos.
En contra.
Endeudarte. Si no sos ordenada con los gastos, las tarjetas son un mal socio porque vas a terminar gastando más de lo que te ingresa.
Costos. Si te financías por encima de tus posibilidades y terminás pagando el monto mínimo, la tasa de interés que te cobran por ese saldo es carísima y realimenta tu deuda.