Una vez que alguien decide ingresar al blanqueo, el golpe al bolsillo llega cuando calcula cuánto deberá pagar para ponerse al día en el marco del sinceramiento fiscal que impulsa el Gobierno y que se perfila como la gran apuesta oficial para lograr una reactivación de la economía. Si bien las opciones de bonos del Tesoro a tres y siete años que permiten evitar o limitar el pago de impuestos son tentadoras, algunas estrategias de inversión pueden ser más rendidoras.
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Además, quien exteriorice sus fondos deberá considerar en su estrategia el costo impositivo de pagar Ganancias y Bienes Personales por un patrimonio mayor en blanco. Quien elija mantener el dinero en el exterior o en el colchón, además de pagar la penalidad del 10% deberá tributar Ganancias por cada incremento que tenga la acción en la que invirtió y Bienes Personales por la tenencia total de activos en su cuenta a fin de año. En cambio si opta por bonos de la deuda argentina estará exento de ambos tributos, lo que inclina la balanza en favor de la deuda argentina.
«El perfil de riesgo-retorno de los bonos argentinos es atractivo. Los títulos de deuda podrían aumentar su valor sólo si siguieran acortando la distancia con papeles similares de la región, ya que aun el resto de los emergentes es más de un punto porcentual más barato que la Argentina», explica Cristian López, CEO de Consultatio Managment.
«Además, desde junio el país fue nominado para regresar a la lista de emergentes luego de caer en la categoría financiera de país fronterizo, y la confirmación de ese cambio que se daría en junio de 2017 generaría un incremento del volumen de compradores de deuda, que subiría otra vez los precios», agrega el ejecutivo de la firma creada por Eduardo Costantini.
Bonos sí, pero qué bonos
La inversión en deuda argentina parece ser la más atractiva, pero el dilema que enfrenta el inversor que busca entrar al blanqueo es que el menú de bonos locales es muy amplio y el resultado de la inversión variará según cuál se elija.
Una primera opción es el bono a tres años. Los fondos que se blanqueen e ingresen en este título que vence en 2019 no tendrán que pagar penalidad. Eso significa que si uno exterioriza 100.000 dólares comprando ese monto en el título que emitirá el Tesoro a 2019 se quedará con todos sus dólares, sin pagar cargos.
La trampa llega porque los fondos deben estar inmovilizados por tres años y el título no paga intereses, por lo tanto el costo que tiene la medida es el de perderse la ganancia de invertir esos fondos libremente y obteniendo una ganancia durante tres años. Los expertos estiman esa pérdida en alrededor de un 15% del capital.
Una segunda alternativa es el bono a siete años que ofrece el Gobierno. El atractivo de este título que tiene un rendimiento del 1% anual es que permite exteriorizar dos veces más el monto invertido, sin pagar ninguna penalidad por eso.
La carga es que los fondos en títulos públicos deben quedar inmovilizados por cuatro años. La clave entonces, destacan los especialistas, es invertir el dinero liberado para recuperar lo perdido por el dinero congelado a una tasa muy baja.
«Como esperamos que la Argentina baje el rendimiento a un nivel similar al del resto de América latina, creemos que el rendimiento de los bonos más largos subirá», explica Augusto Posleman, director de Portfolio Personal.
El experto recomienda los bonos DICA, que vencen en 2033, y Argentina 46, que rinden más del 6% anual y probablemente aumenten el valor, generando una ganancia de capital adicional.
La tercera opción que tienen los inversores es pagar la penalidad del 10% del capital exteriorizado. Esta posibilidad, que en principio aparece como la menos conveniente, tiene el atractivo de dejar al inversor con la libertad de elegir qué hacer con sus fondos.
Para tener en cuenta, Posleman aclara que el costo real de pagar este impuesto es del 11%, porque cuando se blanquean 100.000 dólares y se pagan 10.000 dólares por impuesto, en la billetera quedarán 90.000 dólares y será necesario ganar el 11% para volver a tener 100.000 dólares.
La buena noticia es que en el menú de la deuda argentina pueden encontrarse varios títulos públicos que rinden eso, como el Bonar 2026 o el AL28.
A sacar las cuentas
En Consultatio, en lugar de calcular el costo estimaron la ganancia que tendría un inversor en cada uno de los escenarios, considerando que exterioriza 250.000 dólares y mantiene los fondos invertidos por cinco años eligiendo Bonar con vencimiento en 2024, 2026 y 2046.
En el caso del bono a tres años, si un cliente pone su dinero en ese instrumento y lo inmoviliza a una tasa del 0% para no pagar penalidades, luego tendrá dos años de inversión en el menú de bonos y obtendría al final del período 283.000 dólares, lo que implica una renta total de 33.000 dólares.
Para los bonos a siete años, si el inversor congela 83.333 dólares en el título que rinde 1% anual y 166.667 en el set de títulos públicos con vencimiento en 2024, 2026 y 2046, al cabo de cinco años habría acumulado 307.000 dólares. Es decir, que su ganancia final rondaría los 57.000 dólares.
Por último, cuando el inversor decide blanquear los 250.000 dólares pagando el 10% e invirtiendo los fondos restantes en los tres títulos públicos mencionados por un total de cinco años obtiene 303.000 dólares y una ganancia de 53.000 dólares. «Si bien el cálculo indica que el bono a siete años es la mejor alternativa de inversión, la diferencia con el pago de la penalidad y una inversión en títulos públicos es muy baja como para justificar el costo de mantener un tercio del dinero congelado por cuatro años, sin poder disponer de los fondos», concluye López.
Libre disponibilidad
10%
penalidad
Es la tasa que tendrá que pagar hasta fin de año un contribuyente para blanquear los fondos que no tenga declarados y poder disponer libremente de ellos