Financiación en cuotas y en pesos, más cautela a la hora de invertir y una estricta selección de lugares y productos para construir son algunos de los lineamientos que los desarrolladores están implementando de cara al 2013. Después de un año duro, en que el mercado inmobiliario se derrumbó tras la implementación del cepo cambiario, los nuevos proyectos intentan recuperar la rentabilidad del negocio que, en 2012, se redujo en buena medida por una inflación en los costos que orilló el 25%.
Ahora, la clave para encarar los nuevos emprendimientos es la “cautela”, dice Alejandro Belio, de la desarrolladora TGLT, que invierte fondos propios. “Nosotros vamos midiendo las etapas de los proyectos”. Por ejemplo, en Venice, el emprendimiento que la firma lleva adelante en Tigre, y que consta de 15 edificios, “se pusieron a la venta sólo cinco”, comentó. Otro punto importante es la venta en pesos. Incluso, con la posibilidad de que los compradores paguen cuotas “post posesión”, si lo necesitan, advierte el empresario.
Para aceitar su liquidez, hace poco TGLT compró el 30% de MegaInver, un fondo que maneja carteras por $ 305 millones, según informó Clarín. Una forma de captar a los llamados inversores institucionales para que inviertan en la construcción.
El último proyecto lanzado por la desarrolladora es el edificio Astor Nuñez que empezó a construirse hace algunas semanas, con fecha de finalización prevista para marzo de 2016, que se vende a razón de $14.000 el m2. “En buenas ubicaciones y con buenos productos, la gente compra”, asegura Ariel Wasserman, de VW Group, que -entre otros proyectos- acaba de lanzar “View”, una torre de 17 pisos en Vicente López que cuesta $ 15 mil el m2. Para esta compañía, la fórmula es la construcción al costo y en pesos. Es decir que el comprador paga una parte fija y el resto en cuotas variables ajustadas por el índice de la Cámara de la Construcción (CAC).
Entre las estrategias de los desarrolladores también cuenta la “visión” de los cambios que surgen en la demanda. Por ejemplo, Vitrium Capital observó que “hay un segmento de mujeres profesionales con hijos grandes que buscan espacios para trabajar fuera pero cerca sus casas” en zona Norte, y que se mostraron interesadas en comprar un espacio en Pueblo Caamaño, el emprendimiento mixto ubicado a la altura del Km 46 de la Panamericana, en el ramal de Pilar.
En un reciente seminario, Carlos Savransky, del Grupo Monarca, señaló “los inmuebles siguen siendo una inversión que sirve como resguardo de valor. Lo importante para encarar un proyecto es asegurarse el 80% de las ventas de las unidades”, dijo.
Este artículo fue publicado por Natalia Muscatelli en Clarín.