Planificar para el retiro

Daniela Fridman*

Así como a lo largo de la vida contamos con un médico de cabecera que nos monitoree, con un dentista que nos controle la boca o con un contador que nos lleve los números deberíamos contar con un asesor en planificación financiera personal que nos guíe a lo largo de la vida asistiéndonos para lograr las diferentes metas que nos proponemos por delante.

Yendo a entender el concepto básico, la planificación financiera personal es para tener la cantidad de dinero necesaria en el momento adecuado. Esto significa poder hacer realidad los sueños y metas en la vida pero también poder vivir de manera más plena el presente sabiendo que uno está ordenado y en vías de conseguir sus objetivos. Esto conlleva además una baja importante en el nivel de stress y ansiedad.

Cuanto antes fijemos una meta y más pronto nos pongamos a trabajar para alcanzarla, menos será la cantidad de dinero que tendremos que destinar para capitalizar nuestros fondos y más será lo que hará el trabajo de los intereses acumulados por nosotros.

Pretender contar con 500.000 dólares a nuestra edad de retiro ahorrando sólo durante 20 años puede ser un plan difícil de conseguir o una idea alcanzable si tenemos la determinación y la previsión necesaria para lograrlo.

Un ejemplo puede ser la mejor manera de entender por qué hay que empezar lo antes posible:

Si empezamos a aportar a los 25 años unos 250 dólares mensuales hasta los 45 años y dejamos que los intereses de esa cuenta siga trabajando hasta los 65 años, tendremos cuando lleguemos a la edad de retiro más de 500.000 dólares en la cuenta.

Si empezamos a aportar a los 30 años, para llegar al mismo monto a los 65 años, deberíamos poner durante 20 años 350 dólares mensualmente.

Si esperamos a los 45 años para ocuparnos del asunto, deberemos destinar 1.100 dólares mensualmente a nuestro fondo para llegar con los 500.000 dólares que planificamos.

Claramente, el esfuerzo es mucho más grande cuanto más postergamos la decisión.

* Asesora de seguros.