Como se ha señalado en el Portal del Oro, históricamente, el oro es considerado como un refugio seguro en tiempos de inflación. La recesión de 2001 había dado lugar a un relajamiento monetario significativo de la Fed para estimular la economía. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y después las invasiones de Afganistán e Irak costaron mucho, lo que resulto en una abultada deuda de los EE.UU..
En consecuencia, el precio del oro se multiplico por 2, costaba una onza de oro $ 250 en 2002 y $ 500 en 2005 , luego 1.000 $ la onza en 2008. 2008 marca también el inicio de la crisis financiera. Varios esfuerzos de estímulo económico se llevaron a cabo para prevenir la reaparición del fantasma de la Gran Depresión. El precio de oro volvió a duplicarse, alcanzando los $ 1,900 por onza en el 2011.
Pero la inflación o hiperinflación tan temida los últimos doce años no ha aparecido todavía, al menos en los Estados Unidos. La inflación se mide por el índice de precios al consumidor. Desde 2001, este indice tiene un promedio de 2,5% por año. En 2011, sólo el 1,8%.
Estamos muy lejos de la inflación del 7,7% anual de la década de 1970, y del pico del 13,6% alcanzado en 1981, un momento en cual el precio del oro se disparado. El oro es buscado y comprado en anticipación de una mayor inflación, o del colapso de la moneda.
12 años después, todavía no hay inflación, y parece que el dólar continúa apreciándose frente al euro. Es posible que no veamos la inflación el próximo año. Imagínese por un momento que volvemos en los años 70. ¿Acaso no se verían tentados en predecir que el oro se encuentra en una etapa final, donde los soportes fundamentales desaparecen, y su evolución tan solo se mantiene gracias a movimientos especulativos?
La reciente disminución de oro sería un mal presagio, el oro no ha llegado a estabilizarse entorno a los 1.800 dólares, entonces deberíamos esperar una caída, ¿no?
Si todavía no hay inflación (en los EE.UU.) es que no existe una buena razón para ello. Este dinero no llega a los bolsillos de los estadounidenses. los bancos no prestan más, no hacen más hipotecas, lo mismo para los créditos de consumo. Con el tiempo, esta situación se agrava, el empleo es menos estable, menos dinero, menos consumo, etc. Estamos en el final de un ciclo de 50 años, el del endeudamiento publico y privado.
Todo cambia ante nuestros ojos. El mundo ha cambiado, pero no somos todavía conscientes de aquello. El motor económico del mundo se ha desplazado de Occidente a Asia, pero los EE.UU. sigue siendo los amos del mundo financiero. Aunque no tenemos inflación, si tenemos una recesión, que es mucho más grave. El impuesto sobre “el precipicio fiscal” en los EE.UU.? un intento por detener el crecimiento de la masiva deuda de EE.UU.
Si el dólar continúa tan floreciente, es en parte gracias al euro, una moneda aún peor parada que el dólar, pero sobre todo gracias a los chinos, que compran la mayoría de los bonos del Tesoro de los EE.UU..Funcionara mientras que el yuan no sea convertible. Cuando eso suceda, veremos una caída brusca del dólar.
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