* Por Daniela Fridman
Tenés una empresa y tenés socios con quienes compartís el proyecto.
¿Armaron una planificación societaria? ¿Pensaron en cómo proteger el patrimonio asegurando la continuidad del negocio y la supervivencia de sus familias, ante el fallecimiento o enfermedad grave de alguno de los socios?
Según la firma Price Waterhouse Coopers, a través de un estudio sobre Planificación Societaria, llegó a la conclusión que “Casi la mitad de las empresas encuestadas no tienen un plan de sucesión, y este porcentaje es incluso mayor en pequeñas firmas o en aquellas que tienen menos de 20 años”.
En general, las personas somos reacias a pensar en estos temas y el costo de no hacerlo puede ser demasiado alto, al punto de quebrar o dejar a una familia en situaciones miserables a nivel económico.
Por ello, dejanos darte un ejemplo y ponerte en situación de los diferentes escenarios posibles para luego brindarte solución a cada uno de ellos:
Bajo la suposición de una empresa que está constituida por 4 socios y uno de ellos fallece, puede suceder que:
- Que los socios tengan que aceptar a la familia como parte del negocio: lo cual implica un riesgo enorme porque se involucrarían en el manejo de un rubro que no conocen generando conflictos que de seguro afectarán la productividad de la empresa. Esta situación se puede ver agravada si, a su vez, estos herederos deciden nombrar a personas cercanas a ellos como abogados, contadores, etc para que los representen.
- Que los socios tengan que incorporar a un extraño en el negocio: Puede darse que los herederos, una vez realizada la sucesión, decidan vender su parte a alguien externo. De esta manera, la empresa queda expuesta a compartir el negocio con un desconocido.
- Que los socios compren a los herederos la parte del socio fallecido: el primer problema es que al querer fijar el valor de esa parte, para la familia la empresa vale más (que es quien vende) y para los socios restantes, que son quienes tienen que pagar, la empresa vale menos. Este desacuerdo puede derivar fácilmente en un proceso judicial. Pero supongamos que llegan a un acuerdo, surge el segundo problema para los socios, que es de donde sacarán el dinero para pagar dicha compra.
- Que la familia exija participación de las ganancias: De esta forma los socios se hallarán frente a la situación de que trabajan tres pero se reparten las ganancias entre cuatro.
Para poder prever estos escenarios la empresa se puede respaldar con un seguro de vida de compra de acciones que contempla las siguientes ventajas:
- El valor de la parte es fijado por consenso entre los socios originales en vida, lo cual minimiza los conflictos y posibilidades de engaño a los herederos.
- El costo de esta solución, representa un porcentaje muy bajo en relación al capital protegido. De esta forma, la empresa se evitará buscar fuentes de financiamiento externo, debido a que los socios contarán con los fondos necesarios para adquirir, a los herederos legales, el valor de su participación en la sociedad.
- Al recibir los herederos el dinero en efectivo por el valor de su parte, dejan sin efecto la posibilidad de que entren en el manejo de los negocios contra la voluntad de los socios, por lo que la actividad habitual de la empresa no se verá afectada.
- No se deberá repartir ganancias entre cuatro personas siendo tres las que trabajan.
- Los planes de Seguro de vida permiten actualizar los valores en función de la evaluación patrimonial, el cual va variando a través del tiempo.
* Daniela Fridman / Asesora en Seguros
