El trazo grueso del acuerdo de la Argentina con el Fondo está cerrado, aunque restan definir dos puntos: los subsidios energéticos y el cronograma de desembolsos de dólares. Sigue la tensión por el «tire y afloje» de ambas partes. La columna de Cecilia Boufflet en Lanata Sin Filtro por radio Mitre.
Por Cecilia Boufflet.
Una alta fuente del Gobierno afirma que el trazo grueso del acuerdo de la Argentina con el FMI está cerrado, aunque restan definir dos puntos: los subsidios energéticos y el cronograma de desembolsos de dólares.
El Fondo acepta que se bajen un poco los subsidios a la energía -hoy está pidiendo casi un punto del PBI-. Pide un 60% de aumento en las tarifas, pero el Gobierno propone un 20% y tarifa social.
En la discusión, el ministro de Economía Martín Guzmán quiere llegar a un 40% con recortes de subsidios, pero la gran pregunta del Fondo es que, si acepta ese porcentaje, de dónde va a salir el resto de la plata. Es decir que el organismo no flexibiliza ni un milímetro el ajuste que quiere sobre el gasto, teniendo en cuenta que la Argentina no va a generar dólares o inversiones genuinas a partir del acuerdo.
Entonces la discusión se da en cuánto se puede suavizar el ajuste de los subsidios, pero qué costo tiene en términos de crecimiento o de obra pública, por ejemplo. Le corta otros motores a la economía.
Con respecto a los desembolsos de dólares, el FMI está en una posición muy estricta, ya que pide que la mayor parte de los fondos lleguen en marzo por temor a un incumplimiento o default futuro.
En ese “tire y afloje” de un lado y del otro lo que se ve es el nivel de margen que necesita el Gobierno, pero del otro lado, lo que estamos viendo es que lo del “acuerdo light” no está ni por casualidad en la agenda técnica.
Desembolsos
Otro punto de discordia es la forma en la que se redactan los puntos que no tienen un detalle o una manera de cumplirlo, un dato concreto para ver si se cumplió o no. Es decir cómo tienen que cumplirse las cosas que están escritas que son cualitativas y no cuantitativas para que haya hincapié en que Argentina tiene que hacerlo y cumplirlo.
De alguna manera, en la redacción del acuerdo, el Fondo quiere tener elementos muy concretos para exigirlos en cada una de las revisiones, y eso indica que trimestralmente se va producir tensiones enormes a las que estará sometido el país con la negociación.
Y el otro punto son los dólares que van a venir para reforzar las reservas del Banco Central. No es el monto que esperaba el ministro Guzmán, sino que el aporte será menos de US$ 5 mil millones, que serían parte del préstamo a devolverlos a diez años.
La Argentina tendrá que intentar los dólares que ingresen y no podrá utilizarlos para intervenir el mercado cambiario. Por lo tanto, el acuerdo le está atando las manos a Miguel Pesce, titular del BCRA, para que no intervenga sobre el precio del dólar.
Hasta el propio Gobierno y el FMI creen que la Argentina no podrá cumplir con el acuerdo, y por eso la tensión creciente, cuando supuestamente las pautas macroeconómicas ya estaban resueltas.
Escuchá la columna completa: