Moda e internet: Con un crecimiento del 30% anual en la facturación del e-commerce de moda, las tiendas online y off line evolucionan exponencialmente y se entrelazan cada día más.
El e-commerce de moda es un fenómeno vigente a nivel mundial que se instaló en Argentina hace aproximadamente 5 años, a raíz de un cambio cultural y de hábitos de compra. Los usuarios web hoy buscan respuestas y soluciones instantáneas, ponderan la accesibilidad a una mayor oferta de productos, la posibilidad de comparar en real time los precios, la flexibilidad en los medios de pago, la financiación con tarjetas y la comodidad de no tener que trasladarse, pudiendo acceder a los productos desde cualquier lugar del país, en cualquier momento y a través de cualquier dispositivo. Esto se ve reflejado en el crecimiento del e-commerce de moda que actualmente representa un 9% del total de las ventas del e-commerce en Argentina, un 30% más que el año pasado, según el último relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (C.A.C.E.).
Para dar respuesta a esta demanda, son cada vez más las marcas de moda que se vuelcan al comercio online, tanto dentro de MercadoLibre/Moda como en sus propios sitios, de forma tal que, según los relevamientos recientes de la C.A.C.E., el 19% de las empresas argentinas de moda tiene desarrollado un canal de comercio electrónico.
La clave del éxito es sumar más experiencias digitales en las tiendas físicas y llevar más servicios estas tiendas al mundo online, con el objetivo de que el comercio online funcione como un local físico más, con el mismo volumen de ventas y facturación.
Existe una fuerte sinergia entre lo online y lo offline, en tanto se dan dos fenómenos en paralelo: webrooming –se ve online y se compra en el local- y showrooming –donde se ve en el local y se compra online-. En ese sentido, como gran parte del relacionamiento con el cliente se da a través de internet, es primordial prestarle una especial atención a este canal.
Es importante que la interfaz online que la marca elija para vender en la web hable su lenguaje, ya que los consumidores no sólo compran una prenda, sino también eligen al universo de atributos que hay detrás. Hay que tener en cuenta la diagramación de la tienda, brindar óptima visualización y clara descripción de productos y actualizar la vidriera online con la misma frecuencia que la offline, reforzando la idea de que el e-commerce funciona como otro local, sólo que ubicado en la web.
Para aquellas empresas que no tienen la capacidad de hacerse cargo del desarrollo de un sitio propio de estas características, formar parte de un marketplace es una muy buena solución. En este sentido, embeber el sitio de e-commerce dentro de plataformas como MercadoLibre/Moda garantiza grandes volúmenes de tráfico diario (gracias a sus 7 millones de visitantes únicos por mes, 2000 búsquedas y 3.5 compras por segundo) y un ecosistema de soluciones de pagos, logística, envíos, control de stock, marketing, publicidad e inteligencia de datos amparadas en las herramientas de los grandes buscadores, con la ventaja de poder elegir el diseño de la tienda y personalizarla de acuerdo a la esencia y las novedades propias de la marca.
En conclusión, apostar al e-commerce de moda tiene un enorme porcentaje de buenos resultados asegurados. Si bien es real que en comparación con la experiencia de otros países queda mucho camino por recorrer, no hay dudas de que es un fenómeno en ascenso, que seguirá creciendo a un ritmo mucho más acelerado que el resto de los rubros inclusive.
Mariela Censori, Head of Sales de MercadoLibre/Moda Argentina.