La cautela reina entre pronosticadores después de una semana de nueva política cambiaria y dólar calmo.
Es que esa calma está atada a una tasa de interés muy alta ( más del 70%) y, además, está dada por la desaparición de compradores de dólares, pero todavía no aparecen vendedores.
En julio se vendían diariamente US$ 150 millones para atesoramiento y eso pasó en la última semana de septiembre a US$ 25 millones. Uno de los mayores bancos de la Argentina estiba que en octubre las ventas de minoristas serán un 25% de lo que fueron en agosto.
El escenario es malo siempre, porque la caída de actividad será muy fuertes y la inflación muy alta, aún en el mejor de los escenarios. El nuevo plan con bandas y absorción de pesos lo que busca es frenar el dólar y evitar que el mall sea aún mayor.
¿Qué tenemos que ver para saber si funciona? Le pregunté al economista de un banco. «Que la licitación de LeCap de esta semana ( letras en pesos que emite el Tesoro) pasé sin sobresaltos, y que cuando se desarmen parte de las Lebacs que vencen en octubre no llegue un salto el dólar», dice el economista.
El siguiente paso sería que la tasa dejé de subir, pero eso recién después de el vencimiento de Lebacs que decía en el párrafo anterior. El desarme de esas Lebacs puede ir en parte a comprar dólares y para que eso no ocurra o se morigere, la tasa de interés en pesos debe ser atractiva.
Si la colocación de LeCaps y el desarme de Lebacs pasan en calma, no significará que la tasa baje fuerte, pero empezará a mostrar que el 70% no es para siempre.
¿Si no? «Si no, la mora que empezó a verse en los segmentos más bajos y en monotributistas se va a empezar a ver en pymes y en segmentos medios», dice el economista.
Y la recesión puede ser más profunda de lo que ya estamos pensando