Se acercan el verano y empezamos a pensar donde nos vamos de vacaciones. Las ofertas se multiplican tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Y la comparación en inevitable.
Por un lado, a nivel nacional la inflación real ha sido del 30%, por lo que es de esperar que aumente ese porcentaje veranear en algún lugar del país.
Para quienes piensan viajar al exterior, el dólar en el último año se incremento un 25% (tomando octubre contra octubre), o sea, por debajo de la inflación.
Y si bien es cierto que al valor del dólar oficial hay que sumarle un 20% de recargo por compras en el exterior, también había que sumarlo el año pasado, por lo que se considera un costo hundido y que ya estaba incluido en la comparación. Hoy para hacer la cuenta de lo que hay que pagar en el exterior, se debe tomar una cotización del dólar turista cercana a $7. ($5,90 mas el 20% de impuesto).
Tomando en cuenta que quienes deciden viajar al exterior, toman como comparación domestica destinos top como Carilo, Pinamar, entre otros, en muchos casos resulta conveniente el viaje al exterior. Y en algunos casos, aunque resulte un poco más caro, el beneficio de conocer un lugar en el exterior, (que no sé cuando voy a volver) es mayor que el costo.
Tomemos por ejemplo una semana en un “all inclusive” en el Caribe para dos adultos y dos chicos puede costar USD 7000, que a un tipo de cambio de $/usd 7, seria de $49.000. Por su parte, una semana en un resort de alta gama en la costa argentina puede costar entre $15.000 y $20.000. Si a eso se le suma el costo de la comida, traslado, entretenimiento, no dista mucho del destino internacional.
E incluso, el costo internacional es si se contrata en enero o febrero, porque en otros meses los costos bajan sustancialmente.
Como consecuencia de lo anterior, el BCRA ha perdido bastantes divisas. Para intentar frenar este drenaje, es que se está estudiando incrementar el impuesto del 20%, posiblemente llevándolo a 35% para después de las elecciones de octubre. Es por ello que las agencias de turismo están recibiendo pedido de pasajes, estadías y paquetes turísticos, no solo para las vacaciones de verano sino también para pascuas e incluso para las vacaciones de invierno del año que viene.
Pareciera ser racional esta demanda y lo bueno es que se encaja dentro de uno de los principios saludables de las finanzas personales: pagar las vacaciones por adelantado.