Habiendo sido un éxito las dos colocaciones anteriores 3 meses atrás, YPF vuelve a ofrecer hasta el 7 de mayo, bonos con una tasa anual del 19%, a un plazo de 1 año en donde los intereses se cobran mensualmente y la inversión mínima es de 1.000 pesos. La pregunta obligada es: ¿Conviene aceptar este rendimiento cuando la inflación es como mínimo del 25% anual y el dólar ha ganado más del 30% en lo que va del año y se espera más? O ¿existen otras mejores alternativas?
No hay mejor respuesta que la realidad: Aún con el conocimiento de antemano de los desincentivos señalados, el pequeño y mediano ahorrista continúa apostando al plazo fijo: durante el año 2012 los mismos crecieron más del 50% respecto del 2011 y en lo que va del 2013 en un promedio del 3% mensual, donde la tasa de interés promedió el 13% anual.
La otra alternativa comparable al bono de YPF serían los Fondos Comunes de Inversión que invierten en depósitos a plazo fijo, cuentas a la vista y pases pasivos den el BCRA, que tienen un rendimiento esperado de aproximadamente el 11%.
Siguiendo con las alternativas sustitutas se encuentran los Fideicomisos Financieros, que son bonos garantizados con un flujo futuro (por ejemplo el Secubono es la securitización de créditos de consumo y personales originados por el Banco de Valores S.A.) que otorgan un rendimiento, que dependiendo de la emisión y la serie, otorgan rendimientos que van del 16% al 25% anual.
La inversión en Cheques de Pago Diferido que se negocian en la Bolsa de Comercio (BCBA) ofrece plazos que van desde los 7 a los 365 días y ofrecen tasas de rendimiento que pueden llegar al 20% anual. Los mismos se ofrecen en la forma de avalados por una Sociedad de Garantía recíproca autorizada por la BCBA o patrocinados, librados por empresas autorizadas a cotizar en la BCBA, lo que le otorga seguridad y liquidez.
Ya sea por desconocimiento, por no confiar en los bancos, por inaccesibilidad a la compra de dólares u por otros motivos, para quienes buscan inversiones en pesos, con seguridad y liquidez, el bono de YPF luce atractivo frente a otras alternativas de inversión.
Sin embargo, siguiendo un principio fundamental de las finanzas, que es la diversificación o lo que es lo mismo no poner todos los huevos en la misma canasta, las otras alternativas planteadas más arriba no deberían ser descartadas a la hora de canalizar los ahorros.